Los Puntos de Atención Continuada (PAC) gallegos sufren escasez en una veintena de fármacos necesarios para estabilizar a los pacientes que llegan a los servicios de urgencias y reducir así el riesgo de mortalidad. Así lo constata un estudio realizado por la Asociación Galega de Medicina Familiar y Comunitaria (Agamfec), que remitió un cuestionario a los PAC de toda Galicia para comprobar la disponibilidad de medicamentos "esenciales" en la atención urgente extrahospitalaria. Se trata de medicamentos incluidos en las guías de práctica clínica e incluso en los protocolos de actuación del Sergas y que están recomendados para dar respuesta a pacientes con infarto de miocardio, con arritmias, politraumatizados, que tienen aisladas la vías aéreas o que han sufrido un ictus.

En la investigación, realizada por los médicos Iria Arias y Fernando Souto, y la técnico en emergencias sanitarias, Elena Portabales, se preguntó a los PAC por la dotación farmacológica de un total de 42 medicamentos. Los servicios de Urgencias de Primaria constataron la disponibilidad de 25 fármacos, pero advirtieron de la escasez de otras 17 indicaciones, que varían mucho además según el PAC. De esta veintena de medicinas, hay concretamente cuatro en las que la carencia es total.

"No conocemos la causa de la importante diferencia que existe en la disponibilidad de fármacos entre Xerencias de Xestión Integrada de Galicia", aclara Iria Arias.

¿Y qué consecuencias puede tener esto? Según la autora del estudio, la ausencia de estos medicamentos "condiciona el modo de actuación del profesional sanitario ante una emergencia". "Encontrar estas diferencias de posibilidades de tratamiento en una misma comunidad se puede traducir en una desigualdad de oportunidades de supervivencia, según el área geográfica en la que residan", explica Iria Arias.

El informe advierte que de estos 17 fármacos en los que se han detectado carencias, son imprescindibles al menos siete. Por ejemplo, el Ticagrelor, es un antiagregante que está incluido por el Sergas como recomendado para los infartos de miocardio y, sin embargo, su disponibilidad en los PAC es de solo el 14%. El Labetalol y el Urapidilo son antihipertensivos "necesarios" para tratar un aumento de tensión arterial en un paciente con ictus. De hecho, así lo recoge el Sergas en su Código Ictus. Pero del primero hay un 28% en los PAC y del segundo solo un 14%. También escasea el Rocuronio, un relajante muscular que se utiliza para la intubación ante un paciente con riesgo de parada cardiorrespiratoria por una crisis respiratoria o un shock anafiláctico. "En la mayoría de los PAC no hay fármacos que permitan una actuación adecuada hasta que entre en parada cardiorrespiratoria como desenlace del deterioro del paciente", señala Arias. Otro fármaco que los médicos de Urgencias consideran básico es la Ketamina, un hipnosedante que se utiliza con pacientes que sufren politraumatismos y del que hay cero disponibilidad en los PAC de Galicia.