El cardenal francés y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, presentó ayer su renuncia al papa Francisco, con quien se reunió de forma privada, después de haber sido condenado a seis meses de cárcel con suspensión de pena por encubrir abusos sexuales cometidos contra menores por el sacerdote de su diócesis, Bernard Preynat, en campamentos scout en los años 70 y 80. La Oficina de prensa de la Santa Sede solo hizo mención de la reunión que tuvo lugar a puertas cerradas y sin periodistas en el Vaticano, pero no especificó si el Pontífice aceptará su dimisión o no.

Francisco podría posponer su decisión a la espera de que se haga pública la sentencia del Tribunal de Apelación ante el que los abogados defensores del cardenal Barbarin presentaron un recurso. También es posible que el Pontífice nombre un administrador apostólico para la sede de la diócesis de Lyon hasta que haya una condena en firme. Una tercera opción es que el Papa acepte la renuncia del purpurado francés y directamente nombre a otro obispo en su lugar.

El cardenal Barbarin, que no cumplirá la pena por haber sido suspendida, fue condenado por silenciar dos casos distintos de agresiones sexuales cometidas contra jóvenes entre 1986 y 1991 por el sacerdote Bernard Preynat, quien estuvo en activo hasta agosto de 2015, y finalmente reconoció los hechos. Barbarin, arzobispo de Lyon desde 2002, siempre ha negado las acusaciones, pero ha admitido que en la diócesis se cometieron "errores en la gestión y nombramiento de ciertos sacerdotes".

Obispos españoles

Por otro lado, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, asegura que los abusos a niños en el seno de la Iglesia, una realidad "durante tanto tiempo más o menos conocida pero silenciada", son una situación "humillante y escandalosa que mina la confianza" en la institución. "Hay que desenmascarar estos hechos que han dañado profundamente a las víctimas y humillado a sus familias, que han contaminado a la Iglesia y a la sociedad", afirma Blázquez en una carta pastoral que publica la Iglesia en Valladolid, la revista quincenal de la diócesis de la que también es arzobispo.

Para curar y prevenir los abusos a menores, tanto dentro como fuera de la Iglesia, propone una estrategia global con todos los medios apropiados para analizar este situación, desde una perspectiva histórica y sociológica, pero también desde una dimensión psicológica, psiquiátrica, pedagógica, jurídica y penal. En su misiva, Blázquez se refiere al reciente encuentro sobre La protección de menores en la Iglesia que presidió en Roma el papa Francisco (del 21 al 24 de febrero), en el que "hemos dialogado ampliamente, hemos oído a víctimas de estos abusos de autoridad, de conciencia y sexuales en la Iglesia, y hemos pedido perdón", dijo. Además de pecado, "han sido en muchos casos también delitos en la Iglesia y en la sociedad", añade el presidente de la CEE. Por todo ello, pide a presbíteros y feligreses que asuman este periodo de Cuaresma como una "toma de conciencia profunda de los abusos de los niños en la Iglesia que nos urge de manera particular a la conversión".