El Obispado de Sigüenza-Guadalajara decidió apartar de la misión pública al religioso agustino condenado en 2012 por abusos a menores y que tras salir de la prisión, en 2015, había sido recolocado como párroco en 24 pequeñas localidades del norte de la provincia de Guadalajara. En un comunicado, el Obispado había explicado que había acogido de forma provisional al monje agustino Celso García y llevaba a cabo "un seguimiento minucioso de su actividad".