De la noche a la mañana, Sandra Mugico pasó de llevar una vida normal a no ser capaz de vestirse. Su cuerpo despertada rígido y la primera sensación que tenía era de dolor. Tenía 26 años. "La primera señal fue la mandíbula. No podía abrirla, pero pensé que era cosa algo de la boca, así que fue al dentista", recuerda Mugico. Después, la rigidez y el dolor aparecieron primero en rodillas y muñecas. Tras casi un año de peregrinaje por especialistas se le diagnostico artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que provoca la inflamación de las articulaciones y su progresiva destrucción y que afecta a más de 19.000 gallegos. Su peregrinaje no es único, lo sufren muchos pacientes. Expertos recuerdan que cuanto antes se diagnostique antes se frena su avance.