¿Qué probabilidades hay de quedarme embarazada si practico la marcha atrás?, ¿Es posible contraer una enfermedad de transmisión sexual mediante sexo oral? o ¿Por qué no hay riesgo de embarazo en el sexo anal? son algunas de las preguntas que, en pleno siglo XXI, plantean adolescentes coruñeses en los talleres formativos sobre salud sexual que acaba de poner en marcha el Colegio Oficial de Médicos de A Coruña por centros escolares de toda la provincia y que imparten alumnos de sexto de Medicina que realizan sus prácticas en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). "Están más cercanos a ellos por edad y esto hace que el mensaje llegue más que si la charla la imparte un profesor", explica el vicepresidente del Colegio, Javier de Toro, quien reconoce que esta iniciativa también ayuda a los futuros doctores: "No pueden formarse solo en cuestiones científico-técnicas, es importante que tengan implicación social, que trabajen en la difusión de temas de salud".

Los talleres se enmarcan dentro del proyecto Risco cero, una aplicación móvil „diseñada por dos facultativas coruñesas„ en la que se informa sobre métodos anticonceptivos, se destierran falsos mitos o se resuelve cualquier tipo de duda. "La app surgió al ver el mal uso de los anticonceptivos que realizaban los menores, de hecho muchos usan la píldora del día después como si fuese uno. Falta información sobre este tema y sobre las enfermedades de transmisión sexual", explica De Toro, quien indica que la aplicación se combina con charlas en centros escolares con el fin de "dar las claves para practicar un sexo seguro" y dar información veraz a los jóvenes de la era de internet. "Muchos no buscan porque creen que ya lo saben todo y después está el peligro de que su relación con el sexo es la pornografía, lo que transmite modelos equivocados", indica De Toro. "El problema es cuando no buscan información porque ni siquiera se plantean algo", explica una de las alumnas de Medicina que imparte las charlas Clara Gómez, quien pone un ejemplo: "No se cuestionan que la gonorrea se pueda contagiar mediante el sexo oral y ya ni buscan información a través de internet".

Por ello, en pleno siglo XXI y con acceso a miles de webs de sociedades científicas o colegios médicos del mundo, hubo preguntas de los adolescentes que sorprendieron a los jóvenes que impartían las charlas. "Lo que más me sorprendió fue una chica que preguntó qué probabilidades había de quedarse embarazada si practicaba la marcha atrás. Justo antes de ir al taller había eliminado la diapositiva sobre la marcha atrás porque creía que ya no sería necesaria. Tras ver las dudas que tenían la he vuelto a incluir", sostiene Clara Gómez, quien también comenta la anécdota de cómo otro alumno "preguntó cómo era posible no quedarse embarazada con el sexo anal".

Las charlas tocan siempre dos puntos fundamentales „anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual„ y la temática varía en función de las preguntas del alumnado o la deriva del debate. "Es cierto que tenían curiosidad en cuestiones que igual desconocían como que hay enfermedades de transmisión sexual que no presentan síntomas o cómo se pueden contraer pero también se habló de la pornografía, del modelo que vende y cómo pervierte las relaciones, de la importancia del respeto en la pareja, del machismo...", explica Pablo Otero, que dio charlas a alumnos de Bachillertao del Eusebio da Guarda y que se muestra muy satisfecho con la respuesta. "En general hubo buena participación e interés, ves que suena el timbre del recreo y se quedan allí", dice. "Estaban muy implicados y la charla que iba a ser 50 minutos duró más y ellos pidieron más tiempo", añade Clara Gómez que acudió al Urbano Lugrís.

Parte de la clave del éxito de esta iniciativa „que recorrerá más colegios de A Coruña, Oleiros, Cambre, Culleredo, Betanzos, Carballo, Ferrol, Santiago Fene o Narón, entre otros„ está en recurrir a profesores jóvenes para impartir las charlas informativas. "Nos ven más cercanos, tenemos un código de lenguaje, unas referencias que le son cercanas, solo tenemos seis años más que ellos, somos de la misma generación", señala Otero.