Galicia está en el podio del macabro ranking de los suicidios, junto con Asturias. De media, casi una persona al día pierde la vida en la comunidad por su propia mano y es la segunda causa de muerte no natural, tras las caídas. En la última década, los negros números de la muerte autoinfligida en la comunidad nunca bajaron de las 300 personas por año y, aunque en 2017„último dato difundido por el Instituto de Medicina Legal de Galicia„ se contabilizaron 21 casos menos que en precedente, al registrar 324, las estadísticas casi triplican los lutos provocados por siniestros de tráfico. Si se utiliza como referencia el padrón de residentes a 1 de enero de 2017, Galicia sería la segunda comunidad con más muertes por suicidio por cada cien mil habitantes, con 11,9 casos, solo por debajo de Asturias, con 12,9.

Solo en los once últimos años, entre 2007 y 2017, incluidos, en Galicia se perdieron tantas vidas, más de 3.600, como todos los fallecidos en 2017 en España por esta causa (3.679, según el Instituto Nacional de Estadística).

El Ministerio de Sanidad está convencido de que "el suicidio se puede prevenir" y quiere poner los medios para ayudar a conseguirlo. De este modo lo defendió ayer la ministra María Luisa Carcedo, quien explicó que una de las medidas que tiene planificadas su departamento, "prácticamente ultimada", y que podría poner en la práctica, de mantener el gobierno en un par de meses, es un teléfono gratuito frente al suicidio del mismo tipo que el 016, utilizado para atender a todas las víctimas de violencia de género las 24 horas al día y los 365 días del año.

Que el suicidio no se puede prevenir es uno de los "mitos" que el Gobierno central pretende desmontar. El presidente de Salud Mental España, Nel González, defendía ayer al respecto que "sí se puede" y que para ello "es fundamental la detección temprana y poder disponer de los recursos necesarios para implementar medidas dentro del Sistema Nacional de Salud". Precisamente la Consellería de Sanidade en sus Liñas Estratéxicas para a Prevención do Suicidio asume ya desde la propia denominación que se trata de un problema que se puede "prevenir" y en el documento recoge la necesidad de "mejorar y crear programas de detección e intervención del riesgo suicida".

Según los expertos, un suicidio esconde un "inmenso sufrimiento", no solo "el de la persona que decide tomar esta dramática decisión", sino "también el de todo su entorno". Por ello, los especialistas lo consideran "uno de los mayores problemas de salud pública" en Europa. Desde una perspectiva mundial, una persona muere por suicidio cada 40 segundos y cada tres otra lo intenta. Según Nel González, es una "realidad silenciada" que "debe dejar de serlo", a la par que insistió en la necesidad de desechar otros "mitos" extendidos como que hablar de él aumenta el riesgo de conductas suicidas o que la persona que realmente quiere acabar con su vida no avisa.

En el caso de Galicia, los suicidios suponen, según el Imelga, casi cuatro de cada diez muertes violentas ocurridas en 2017. En las estadísticas del INE, que son las que permiten comparaciones con otras comunidades, la cifra de 2017 asciende a 323 casos, solo 18 menos que Madrid. Galicia es la quinta en números absolutos. Además, los datos del INE permiten obtener un perfil de quienes logran quitarse la vida: en dos de cada tres casos se trata de hombres y el grupo de edad donde es más frecuente es el que va de los 50 a los 54 años.