Aunque vayan de la mano, más cerca uno de otro imposible, a veces a un abuelo o a una abuela la separa una distancia enorme de su nieto. Una distancia temporal, a veces de hasta varias generaciones, que se pueden sumar a un lenguaje y a una música diferente. Por no hablar de internet. Mientras los adolescentes se enganchan con asiduidad a las redes sociales y, de hecho, los expertos advierten de los peligros a los que se exponen en esa realidad virtual, los mayores sucumben menos a sus encantos, aunque en tres años el porcentaje de gallegos de 65 a 74 años ciberconectado se duplicase y llegue al 40%.

Salvar estas distancias, porque "no es lo mismo antes que ahora", como asegura Carmen Santana, una abuela que cuida a tiempo completo de su nieto de 13 años, es uno de los objetivos de la Escola de Avós e Avoas Educadores en la que colaboran la Xunta y laCruz Roja. De sus cursillos se beneficiaron desde 2016 hasta el pasado noviembre, cuando finalizó la hasta ahora última edición, en torno a 450 personas. Y a ellas se sumarán las que se anoten en la que la Consellería de Política Social prevé para este año.

Más de 187.000 abuelos se encargan en Galicia del cuidado habitual de sus nietos, según un estudio de la Xunta difundió en 2017 que revela que, en la práctica, uno de cada cuatro gallegos de entre 55 y 79 años asume esta labor a diario o alguna vez por semana y que atienden de media a dos niños.

Su papel "clave" en "muchas" familias a la hora de facilitar la conciliación es una de las razones que está tras el programa de avós "educadores" de la Xunta, que quiere reconocer el "importante papel de las personas mayores que ejercen responsabilidades parentales". Pero no solo eso, sino también el facilitarles un espacio en el que "formarse y adquirir las habilidades para afrontar la educación" de sus nietos. Porque, como dice Santana, usuaria convencida, "una ayuda nunca viene mal" y hay que actualizarse. Por eso en el programa se busca, como aclaran desde Política Social, conjugar la experiencia que ya tienen como abuelos y padres con el conocimiento de realidades y "tendencias nuevas para ellos", como redes sociales, resolución de conflictos, acoso escolar o nuevas herramientas lúdicas y educativas.