Reconoce que es una de las enfermedades neurodegenerativas con mayor volumen de fármacos en el mercado y que, pese a que todavía no existe una cura, la investigación para mejorar la calidad de vida de los pacientes no cesa. El neurólogo Diego Santos, del Hospital Universitario de A Coruña, analizó ayer la evolución de los tratamientos contra el párkinson „patología que padecen unos 13.000 gallegos„ en las II Jornadas Gallegas de Puertas Abiertas: Terapias actuales y futuras en la enfermedad de Párkinson, que organizó la Asociación Párkinson Galicia-Coruña y la Fundación Curemos el Párkinson en la Fundación Barrié.

De momento no hay cura para el párkinson, ¿en qué se centran los tratamientos actuales: aliviar los síntomas o frenar la evolución de la patología?

Los tratamientos actuales son únicamente para aliviar los síntomas. El objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente y dotarle de más autonomía.

¿Qué diferencia hay con los medicamentos de hace años?

La principal diferencia respecto a hace 15 o 20 años es que se realiza un mejor diagnóstico de la enfermedad, se detecta antes aunque a veces todavía se tarde algo y también ha mejorado el conocimiento que tenemos de la patología. En algunos casos se usan los mismos medicamentos pero mejor, ahora sabemos que es mejor menos dosis y combinar varios.

¿Hay investigación suficiente sobre nuevos fármacos? ¿Hacia donde van las nuevas terapias para el párkinson?

Comparado con otras enfermedades neurodegenerativas hay bastantes fármacos orales para paliar los síntomas motores y los que no son motores de esta patología. En los tres últimos años salieron dos nuevos. Y cuando ya no son eficaces entran los que se denominan de segunda línea como la cirugía o el uso de ultrasonidos. Ahora mismo hay dos líneas fundamentales de investigación: terapias para paliar los síntomas pero que sean más eficaces y tolerables que los actuales y otras que buscan frenar la progresión de la enfermedad.

En la actualidad, ¿no es posible frenar la patología?

No, no hay nada que hoy en día frene la progresión.

En las jornadas también hablaron de alimentación. ¿Deben seguir una dieta especial los pacientes con párkinson?

Cuando aparecen los primeros síntomas se aconseja una dieta equilibrada, con poca grasa y azúcares y fibra. Es aconsejable evitar productos ricos en proteínas ya que pueden dificultar la absorción de algunos medicamentos. Cuando el paciente está en fases más avanzadas hay que adaptar la dieta a si tiene problemas para tragar y aprovechar las fases on, donde se traga mejor.

¿Es posible prevenir esta patología?

Realmente no están claras las causas del párkinson, se sabe que hay un componente genético y se recomienda una dieta saludable, evitar los riesgos cardiovasculares y el consumo de tóxicos como el tabaco o incluso el café. Pero realmente, lo único que está desmotrado que reduce el riesgo de tener párkinson es el ejercicio intenso en la edad media de la vida.

¿Cuáles son los síntomas que alertan de la enfermedad?

Está la lentitud de movimientos, el tener problemas al caminar, para dar la vuelta, arrastrar los pies o tener falta de equilibrio... pero también hay síntomas no motores que pueden producirse años antes de ser diagnosticado como el estreñimiento, la depresión o trastornos del sueño que pueden obedecer a otras causas también. Ahora se diagnostica antes que hace unos 15 o 20 años aunque a veces aún tarda en llegar el diagnóstico.

¿Qué consejo daría a una persona que acaba de ser diagnosticada?

Lo más importante es que sea optimista ya que hay muchas oportunidades de tratamiento para tener una buena calidad de vida. Y no solo hay que tener en cuenta las terapias o tratamientos con medicamentos sino otras como sesiones con el logopeda, el psicólogo o el fisioterapeuta. Además es muy importante que realicen ejercicio físico, que lleven una vida sana y mantengan la vida social.