Ángel Hernández, el hombre que ayudó el miércoles a morir a su mujer, María José Carrasco, diagnosticada desde hace 30 años de esclerosis múltiple, pidió ayer que "se apruebe la eutanasia", y contestó a todos aquellos que se muestran en contra, argumentado que ellos "dicen que lo importante es la vida", pero asegura que "no es vida lo que tenía" su mujer. De hecho, sostiene que precisamente ha grabado vídeos sobre la situación de su mujer "para reabrir este debate", ya que su mujer "ya ha fallecido" pero quiere mostrar con los vídeos "el sufrimiento real".

"Era malvivir, era terrible, terrible constantemente, con los vídeos se les dice todo, la gente sufre y eso está ahí", justificó Ángel.En cuanto al momento de tomar la difícil decisión, detalló que "ella ya estaba sufriendo mucho", y que se "lo estaba pidiendo constantemente".

Reconoce que no tiene "miedo". "Estoy tranquilo, mi mujer dejó de sufrir", señalaba ayer tras asegurar que llevaba 48 horas sin dormir ya que no pudo hacerlo en los calabozos. "Allí encerrado, afectado, no he podido hacer el duelo de mi mujer", se lamentaba.