El principal acusado en el juicio que se sigue en Murcia por piratería audiovisual, Alberto G.S., descargó ayer la responsabilidad de los hechos que se investigan en la comunidad de usuarios que utilizaban su web seriesyonkis.

Bajo una gran expectación mediática por el primer juicio en España contra la piratería en el cineayer arrancó en la Ciudad de la Justicia de Murcia el proceso que se sigue contra el creador de la web y otros tres acusados, que se enfrentan a una petición de dos años de cárcel y multa de 4.200 euros para cada uno del Ministerio Público.

Alberto G.S., natural de Lorca, declaró ante la juez Isabel Carrillo que él solo se ocupaba de los aspectos técnicos y que no colgó nunca enlace alguno hacia películas protegidas por la propiedad intelectual. propiedad intelectual.Dijo, también, que cuando recibió algún comentario sobre el origen de insertar algunos enlaces procedía a borrarlos. Además, explicó que por aquellos años estaba inmerso en su actividad investigadora en la universidad y que no podía dedicar mucho tiempo a las páginas web. Según apuntó, el contenido de la página variaba por minutos debido a la actuación de los usuarios.

El creador de la web, sentado junto a los también acusados Jordi T. y David M. y Alexix H. „encargados de la gestión de la página tras su compra„ sostuvo que creó seriesyonkis como un hobby después de hablar con un amigo sobre crear una página de estas características. Recalcó que él no era un cinéfilo, por lo que jamás se le habría ocurrido redactar sinopsis sobre un film, y que se limitó a crear la infraestructura al pensar que así podía cubrir un vacío existente en ese momento sobre comentarios de películas.

Según manifestó, eran los usuarios de la página de internet los que ponían los enlaces que dirigían hacia las películas, y que en la web no se podía visionar nada porque todo era externo. Asimismo, se definió como cauteloso y cuidadoso, y dijo que nunca pensó en llevar a cabo una actividad ilícita. Admitió, sin embargo, que alguna vez se colocó publicidad en la página, pero no cuantificó la cantidad exacta de dinero que pudo percibir por ello.

También reconoció que seriesyonkis recibía muchas visitas, pero no pudo concretar el número de personas que entraban en una página creada en 2008 y vendida en 2010 a los otros tres acusados por 610.000 euros, cantidad ésta que sí reconoció haber recibido. La venta se produjo, según dijo, porque se había presentado una denuncia contra él, la policía había registrado su casa, y todo este tema le "quemaba".