Tras el suicidio asistido de María José Carrasco continúan las reacciones políticas sobre la eutanasia. El presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, reconoció que la eutanasia le suscita "infinidad" de interrogantes pero recalcó que, "ante la duda", él "opta por la libertad, por la posibilidad de que la gente pueda poner fin a su vida de una manera digna y humanitaria". Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, señaló que considera "peligroso" regular esta práctica.

Sémper confesó que él milita en un partido en el que comparte muchas cosas pero otras no y ésta es una de las cuestiones que no comparte. "Yo creo en la vida, en una sociedad que prestigia y da opciones para que la gente pueda desarrollar un proyecto vital", señaló.

Abascal aseguró ayer que teme que regular la eutanasia abra la puerta a situaciones "peligrosas" en las que los ancianos queden "al albur de sus familias" en determinadas situaciones, llegando a casos similares a los del norte de Europa, donde "casi salen corriendo de los hospitales porque tienen miedo de que acaben con ellos a partir de cierta edad".