La joven de Boiro a la que supuestamete trató de secuestrar Enrique Abuín confesó en la sala que lo suyo con el móvil era un "vicio", como para otras personas el "tabaco", y que esa noche iba distraída enviando Whatsapps a sus amigos, más aún si cabe porque era Navidad y se intercambiaban felicitaciones y además había quedado con su novio y su prima. Esas circunstancias también propiciaron una de las pruebas que se presentó en el juicio, una grabación de audio que la joven hizo "sin querer" tras darse de "bruces" con él, como dijo en el juicio.

En ese documento se refleja cómo una persona la aborda y le reclama con insistencia el móvil y con amenazas „"si sigues gritando, te corto"„, intercaladas con súplicas de la joven. Aunque el acusado aseguró que no reconocía su voz, uno de los siete agentes que finalmente testificaron ayer ante el tribunal, que investigaba la desaparición de Diana Quer, informa que sí la reconoció y asoció a su persona.

Los agentes que comparecieron también destacaron, entre otras, que la zona donde ocurrieron los hechos es una zona de "poco tránsito de noche", una zona "residencial" y más bien de paso para los vecinos que viven allí. Explicaron también cómo analizaron las cámaras de la zona.