José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, ha hecho este jueves uso de la última palabra en el juicio por la tentativa de rapto de una chica en Boiro que quedará visto para sentencia y ha confesado sentir "mucho lo ocurrido" y que si pudiese "daría marcha atrás", pero no es viable.

"Ojalá se sepa toda la verdad", ha deslizado no obstante, tanto sobre este caso cometido el 25 de diciembre de 2017 como respecto al otro en el que está implicado, el asesinato y agresión sexual de la joven Diana Quer, porque de no ser así "yo me encargaré de que se sepa cuando esté fuera".

No ha dado demasiados detalles pero sí ha dicho que agentes de la Guardia Civil que han testificado lo que han hecho es mentir; al igual que, según su versión, no han respetado la verdad tampoco respecto a una serie de aspectos relacionados con sus vehículos.

"Si pudiera dar marcha atrás más de dos años, lo haría, pero no puedo", ha remarcado, y no se ha referido por su nombre a Diana Quer, que desapareció el 22 de agosto de 2016, pero ha espetado: "Decirle a la familia de la chica de Madrid que no pongan en duda muchas cosas".

"En su tiempo no he tenido la fuerza...", ha dejado caer nuevamente, para insistir en que "ojalá algún día se sepa toda la verdad, pero toda la verdad", porque de lo contrario de ello se va a encargar en cuanto obtenga la libertad, "pero no antes".

En esta última sesión ha intentado, antes de que Abuín Gey se dirigiese al tribunal, hablar el propio Juan Carlos Quer, que ha estado presente en toda la vista oral, e incluso llegó a ponerse en pie, pero no pudo hacerlo porque se le avisó de que se respetase el proceso, y por ende sus cauces normales, o de lo contrario tendría que abandonar la sala.

El juez lo ha conminado a sentarse: "Es la sala de vistas, usted es público", ante lo que Juan Carlos Quer ha esgrimido que por respeto, pero la respuesta ha sido que no se trata de respeto, porque "no quiero hablar con el público; lo echo de la sala, se está sentado como todo el mundo y callado".

Juan Carlos Quer sí se expresó fuera, ante la prensa, y entonces indicó que lo que quería era "testimoniar la presencia de su hija" porque "ella no puede estar, yo soy su padre".

Acerca de lo dicho por el Chicle, y si le parecía una muestra de arrepentimiento, ha comentado que no le merece consideración alguna y que no se lo cree.

Sobre lo de que ojalá las cosas hubiesen sido distintas, ha afirmado que eso podría decirlo él, pero no un "individuo" que no tiene "sentimientos ni valores", porque a Diana "la tuvo 500 días en un pozo" y, estando en ese lugar, "todavía estaba intentando meter a esta niña (de Boiro) en el maletero".

Juan Carlos Quer ha agradecido al Ministerio Fiscal su profesionalidad, su "buen hacer", así como a la Guardia Civil la diligencia y el trabajo "bien hecho", para "intentar que se haga justicia".

Ha esperado del tribunal que ve el caso de Boiro una sentencia "ejemplar".

"No intentas meter a una niña en un maletero para robarle el teléfono móvil", ha observado, y "también es importante que mandemos un mensaje desde la sociedad a este tipo de individuos: no es no".

En lo referente a que el Chicle hablará cuando esté fuera, ha pedido que "si tiene que contar algo, que lo cuente ya, ahora es el momento de contarlo, está perdiendo el tiempo ya para hacerlo".

Y preguntado Juan Carlos Quer por si lo que está sugiriendo es que hay más implicados y, en concreto, al ser consultado por la madre de su hija, que dejó de estar investigada, ha contestado que "con certidumbre (ella, Rosario) sabe mucho más de lo que ha dicho".

La representación legal del Chicle ha sustanciado en un intento de robo toda la causa de Boiro y ha rechazado todas las demás acciones delictivas que se le intentan atribuir a su cliente, con especial hincapié en la intención sexual, dado que no está "nada demostrado".

El caso Diana Quer ha estado muy presente en esta jornada y el presidente del tribunal se ha visto obligado a recordar en numerosas ocasiones que no es el hecho que se está juzgando, puesto que éste sigue pendiente de fecha.