"Más de 259.000 animales vivos" se utlizaron en "toda clase de experimentos solo en Galicia", informan desde la Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber, que indican que esta cifra supone además un "descenso" respecto al último ejercicio investigado y según se desprendería, indican en un comunicado, de los datos aportados por la Xunta a colectivos animalistas en lo que sería el marco de una petición "más extensa", la de "sustituir el uso de seres vivos en ensayos". En concreto, según las tablas aportadas por los activistas, en 2017, la cifra de animales para experimentación se habría rebajado un 14%, desde los 69.449 a los 59.417.

Ambas entidades, recogen en su nota, alertaron en los últimos años sobre la "necesidad de avanzar en pesquisas que no incluyan el uso de animales vivos", lo que ha sido "prohibido", por ejemplo, apuntan, en concreto para probar productos cosméticos en toda la UE. Frente a ello, apuestan por "potenciar modelos alternativos".

El plan de los activistas, explican, pasaría por el compromiso de la Xunta y de las universidades "con los nuevos métodos científicos". Para ello piden dotaciones presupuestarias y que de los resultados puedan "obtener ventajas económicas", si hay patentes, el Ejecutivo gallego y los propios centros educativos.

Otro modelo

En esa línea, desde Libera! y la Fundación Franz Weber piden "seguir los pasos de la AFRUK". Se trata, explican, de una ONG fundada en 1970 que ofrece patrocinios a todo tipo de investigaciones y que ya ha financiado más de 270 proyectos en casi cinco décadas de existencia relacionados con diabetes, tumores cerebrales o el dolor crónico. "La experiencia de esta entidad puede ser fácilmente replicable en Galicia apostando por nuevos trabajos científicos", señalan.

Entre las especies que se han utilizado en estas prácticas incluyen no solamente los ratones, aunque suponen el 70 por ciento según los datos aportados por los animalistas, sino también, desgranan, perros, caballos, gatos y hasta macacos. La segunda especie más recurrente fue en 2017 la rata y después el cerdo de guinea, aunque si se suman los peces sin especificar supondrían el segundo colectivo más numeroso. Los activistas consideran que "ha llegado el momento de abrir un debate serio sobre estas actuaciones y la posible sustitución por sistemas que no impliquen sufrimiento ni muerte de animales".