La ministra Justicia, Dolores Delgado, señaló ayer que la muerte de María José, enferma terminal, con ayuda de su marido, Ángel Hernández, no es una agresión sino un acto voluntario solicitado por ella y afirmó que "están abiertas todas las posibilidades" en este caso. Delgado respondía así tras el Consejo de Ministros al ser preguntada por la decisión de la jueza de Madrid que investiga este caso de inhibirse en favor de un juzgado de violencia contra la mujer en base a la doctrina del Tribunal Supremo.

Según la titular de Justicia, la derivación del caso "es una situación complicada" porque existen distintas interpretaciones de la norma y, especialmente, de la sentencia del Supremo de diciembre de 2018 en la que se ha basado la jueza para inhibirse. Tras subrayar que el Gobierno no quiere inmiscuirse en el procedimiento judicial en curso y "sin querer prejuzgar", Delgado consideró que el suicidio asistido de María José "no es una agresión".