Seguir la dieta atlántica durante seis meses de forma controlada y personalizada tiene premio para la salud. Lo ha demostrado Galiat, un ensayo clínico realizado en la sanidad pública gallega. Entre las conclusiones del mismo, se encuentra que los participantes intervenidos registraron, al cabo de seis meses, una disminución del colesterol total de media de 5,1 miligramos por decilitro. Esta reducción fue mayor en mujeres y niños que en adultos varones. Además, se produjo una bajada del colesterol malo (LDL colesterol), en un valor medio de 3,3 miligramos por decilitro.

Estos datos fueron facilitados por la doctora Mar Calvo, especialista en Análisis Clínicos del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS), coordinadora del ensayo clínico. Calvo también destacó que "en el 11% de los participantes del grupo de intervención, disminuyó más del 5,5% su peso corporal". "Es en el peso corporal, la adiposidad, donde encontramos el mayor efecto de la intervención, a pesar de que no hicimos una restricción calórica", aclaró.

Calvo explicó que los adultos del grupo de intervención disminuyeron su peso corporal a los seis meses en 1,2 kilos. "La mayor disminución se encontró en varones adultos que bajaron 1,8 kilogramos; mientras que en las mujeres se redujo en menor medida. Hubo una reducción del índice de masa corporal, así como de la masa grasa y del índice cintura-cadera", detalló la doctora.

Para esta médico, "estos cambios en los patrones antropométricos son muy importantes no solo a nivel individual sino a nivel de salud pública. En este momento, la obesidad es un problema de salud pública mundial".

Las conclusiones se obtuvieron tras la realización de un ensayo clínico (Galiat) controlado y aleatorizado que evaluó "el efecto de una intervención nutricional preventiva en familia,desde Atención Primaria", explica Mar Calvo. Intervinieron 250 familias gallegas. "La familia „resaltó Calvo„ es donde se aprenden los comportamientos. Lo que come el padre también afecta a los hijos porque los comportamientos se comparten y se modifican juntos hacia lo saludable o no saludable".

Nutricionistas intervinieron la alimentación de 127 familias con una dieta de tipo atlántico y recetas económicas y fáciles adaptadas a sus necesidades nutricionales. El segundo grupo, de control, estaba formado por otras 123 que continuaron con su estilo de vida y alimentación habitual. Lo curioso fue que "la intervención tuvo un efecto arrastre" ya que "los individuos no intervenidos también cambiaron su comportamiento" hacia una alimentación más saludable, subrayó Calvo. La doctora opinó que esta actuación podría ser extrapolable a cualquier otro municipio rural o urbano.

La investigación podría continuar si consiguen más financiación. Esta fase fue ejecutada gracias a fondos Feder Innterconecta (convocatorias 2013 y 2015) y la subvención del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial.

Los datos del ensayo fueron presentados recientemente en el Tercer Simposio Internacional sobre Dieta Atlántica, organizado por la Fundación Dieta Atlántica con el apoyo de la Universidade de Santiago (USC) y Xunta y el patrocinio de Vegalsa-Eroski En el marco del mismo, la doctora Cristina Tejera „médico especialista en Endocrinología y Nutrición del complejo hospitalario de Ferrol„ disertó sobre la actualización del score de la dieta atlántica.