El restaurador gallego José Aguiño, hasta hace poco presidente de la Asociación de Empresas y Profesionales en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Galicia, opina que el caso Notre Dame tiene que servir para reflexionar sobre la importancia de la gestión de riesgos del patrimonio cultural para minimizar al máximo las pérdidas.

Las primeras investigaciones apuntan a un accidente en las obras de restauración de la aguja como causa del fuego. ¿Se podría haber evitado?

Ningún bien cultural está exento de sufrir un accidente, ya sea provocado por el hombre o natural. Es algo que se puede prever. El incendio de Notre Dame tiene que servirnos para reflexionar sobre la importancia que tiene la gestión de riesgos, una cuestión sobre la que se pasa siempre por encima y de la que solo nos acordamos cuando pasan desgracias como esta. El fuego se declaró a las 18.20 horas, pero se tardó media hora en avisar a los bomberos. En ese tiempo se podían haber evacuado muchas obras.

¿Cree que se podría haber actuado de otra manera?

Pienso que en este caso, siendo un incendio que afectaba a la cubierta, podría haberse hecho más de lo que se hizo por las obras movibles. Toda obra tiene que tener un protocolo de gestión de riesgos que evalúe todos los riesgos y contemple las medidas de actuación en caso de un siniestro. Pero aunque no haya obras, todo centro que tenga patrimonio cultural debe tener en cuenta que un suceso así puede pasar y tiene que ser capaz de reaccionar al momento.

¿Esto no se ha dado en París?

No sé si tendrían un protocolo o no ni cómo era, pero lo que hemos notado ha sido la falta de restauradores para mover las obras y que no estuvieran desatendidas, porque las primeras actuaciones son las críticas y las que pueden determinar que una obra se pierda o se salve. De ahí la importancia de los protocolos: contratar personal que pueda acudir en primera instancia, qué hacer, cómo evacuar las obras... Los cambios de temperaturas afectan a muchas obras y esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de moverlas.