Tras destaparse los casos de niños robados en España fueron muchos los que se lanzaron a la odisea de buscar a sus padres biológicos, un proceso complejo y tortuoso que no siempre tiene final feliz. Pero también son muchos los niños adoptados dentro de la ley que cuando se convierten en adultos sienten la necesidad de conocer sus orígenes. La Consellería de Política Social está dispuesta a apoyar a estos gallegos a los que desvelará la identidad de sus verdaderos progenitores y les ayudará a encontrarlos. Es una de las medidas incluidas en la Estratexia Galega para a Infancia e a Adolescencia 2018- 2022. Así, contempla la puesta en marcha de "un procedimiento de intervención para apoyar a las personas adoptadas en la búsqueda de sus orígenes".

La última reforma del Código Civil reconocía el derecho de la persona adoptada a conocer a su familia biológica y, en consecuencia, obliga a las administraciones públicas a conservar todos los expedientes de adopciones para tal fin. La Xunta quiere ahora hacer efectivo este derecho mediante la implantación de un protocolo que se aplicará en todos los casos en los que una persona adoptada solicite el conocimiento de sus orígenes biológicos. "El acceso a los orígenes se hará con todas las cautelas y el acompañamiento necesario para culminar de forma exitosa", explica la Consellería de Política Social.

¿Pero qué pasa si los padres biológicos quieren seguir en el anonimato? Según la Xunta, prevalece el derecho del adoptado a conocer la identidad de su familia biológica sobre el de los padres a mantenerlo en secreto. Aunque las personas adoptadas pueden intentar encontrar sus orígenes por su cuenta, la dificultad para acceder a información dispersa y la burocracia pueden complicar la búsqueda. De ahí que sea importante contar con la ayuda de la Xunta, que no solo facilitará el acceso a la documentación que esté en sus manos sino que orientará a los interesados en los pasos a seguir. En comunidades como Castilla y León ya existe un servicio de ayuda a adoptados con profesionales que actúan incluso como mediadores con la familia biológica para facilitar el reencuentro. En el caso de las adopciones nacionales se prestan labores de asesoramiento y mediación, mientras que en las internacionales se da orientación y una pauta de los pasos que hay que seguir puesto que todo dependerá de la legislación del país de origen del pequeño. En Galicia en los últimos ocho años se registraron 350 adopciones nacionales y en ese periodo hubo otras 920 internacionales, según las últimas estadísticas de la Xunta.

Además del apoyo a personas adoptadas para encontrar a sus familias de origen, la Estratexia Galega para a Infancia e a Adolescencia apuesta por fomentar los acogimientos familiares de los menores cuya tutela asuma la Xunta en lugar de su internamiento en instituciones. Por ello, se pone énfasis en que cuando un menor se encuentre en una situación de riesgo o dificultad la primera alternativa será evitar la separación de su familia de origen. Si sus padres no pudieran hacerse cargo se buscarán parientes cercanos. La otra vía es buscar una familia de acogida para estos niños. La Xunta ya incrementó de 240 a 280 euros la compensación económica que se paga a estos hogares por cuidar de los menores. ademasAdemás se flexibilizaron los requisitos para que los parientes que se hagan cargo de los niños cuando se le retira la tutela a los padres puedan cobrar también esta paga. Esto obligó a incrementar la partida destinada al acogimiento familiar en 2018 de 2,4 millones de euros a 3,4, un 40% más, una subida que se ha consolidado en los presupuestos de este año. Pero en la Estratexia Galega para a Infancia se proponen otras medidas para aliviar la carga económica de las familias de acogida. Así se propondrá al Gobierno que permita que la compensación económica que reciben sea compatible con las pensiones no contributivas.