Adoptar para ampliar la familia es una opción a la que recurren cada vez menos gallegos. Las solicitudes de adopción cayeron a mínimos históricos el pasado año, según los datos de la Xunta. Las internacionales son las que sufrieron un mayor desplome al descender un 86% en solo diez años „de 361 solicitudes en 2009 a las 48 de 2018„, pero tampoco las nacionales se libran de la caída: un descenso del 60% al pasar de 223 a 87, la menor cifra desde que hay registros en la web de la Consellería de Política Social. El endurecimiento de los requisitos o incluso el cierre de adopciones a extranjeros en algunos países, el elevado tiempo de espera para adoptar al niño o el hecho de que el perfil de menores en adopción no corresponda con las expectativas de los futuros padres están detrás de la caída de solicitudes de adopción en Galicia, según indican desde las entidades que tramitan y asesoran en este tipo de procesos.

Todo ello ha contribuido a que la situación de las adopciones haya dado un giro de 180 grados en apenas 15 años. Del boom de solicitudes de adopción internacional „se llegaron a superar las 650 anuales en 2004 y 2005, más del doble que las nacionales„, se ha pasado progresivamente a que haya más gallegos interesados en adoptar a un menor español que de otro país (87, frente a 48). Y la caída también se nota en la preasignación de menores. Si hace una década llegaban a la comunidad 221 niños de otros países para vivir con su nueva familia, en 2018 fueron solo 47, la cifra más baja y que contrasta con la de 2006 cuando llegaron más de 335 menores extranjeros a Galicia. El descenso es menos acentuado en el caso de niños españoles: se pasó de 56 preasignados en 2009 a 27 en 2018, la segunda cifra más baja (en 2016 hubo 26).

La evolución es similar en las cuatro provincias gallegas. A Coruña se mantiene como la que registra un mayor número de solicitudes de adopción internacional (25 el pasado año) „pero supone una caída del 86% en una década„, seguida de Pontevedra (12, un 89% menos), Ourense (seis, un 74% menos) y Lugo (cinco, con una caída del 87%). Misma tendencia en las nacionales. Un total de 43 coruñeses solicitaron una adopción de este tipo (un 55% menos que diez años), frente a los 21 vecinos de Pontevedra (-73%), los trece de Lugo (-35%) y los diez de Ourense (-65%).

Adoptar ahora es más complicado que hace solo quince años. Las entidades que asesoran en el proceso (Ecais) reconocen que la situación económica de muchos países ha mejorado, de modo que por una parte hay menos niños que son dados en adopción y ya hay ciudadanos del país que pueden acogerlos y que tienen prioridad, frente a los extranjeros. En otros, se han endurecido o paralizado las adopciones y todo esto hace que descienda el número de niños a adoptar y por tanto aumente el tiempo medio para poder convertirse en padres adoptivos.

Además, algunas Ecai reconocían hace unos meses que el perfil deseado por la mayoría de padres que quieren adoptar (un niño sano, menor de tres años) es prácticamente "inexistente" y muchos de los niños que buscan una familia de acogida o superan esa edad o tienen algún tipo de patología crónica o discapacidad. Todo ello se suma a que hace cuatro años el Gobierno hizo cambios en la normativa para adoptar en otro país „quiso que todas las gestiones se centralizasen desde el Ejecutivo y no como hasta ahora en las comunidades„ pero en la práctica no se aprobó la regulación para hacerlo hasta hace justo un mes.

Hungría fue el país de origen de la mayoría de niños que fueron adoptados por gallegos el pasado año (21 menores). Le siguen Vietnam (11) y China (ocho) aunque las cifras nada tienen que ver con la de años como 2006, donde llegaron 147 menores chinos o 2010, con 79 niños llegados de Vietnam.