"España no aprovecha adecuadamente el esfuerzo público y privado realizado en educación superior". Así lo advierte un informe firmado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y la Fundación BBVA que cifra en 974 millones de euros las "pérdidas anuales" de lo que define como un "fracaso": el hecho, señala, de que el 33 por ciento de los alumnos deje sin finalizar el grado en el que se matriculó, bien porque abandone el sistema universitario sin obtener un título (21%) o bien porque cambie de estudios (12%).

Las cifras engloban tanto las universidades no presenciales „que disparan mucho el abandono sin finalizar estudios, hasta el 50%„ como las presenciales, que es donde encajarían las gallegas. En la comunidad gallega, el porcentaje de jóvenes que planta la universidad sin acabar ninguna carrera, bien sea aquella que empezó u otra, asciende al 14,9%, lo que sitúa a Galicia ligeramente por encima de la media estatal (14,3%) y en mitad de la tabla autonómica.

Si en cambio lo que se analiza son los estudiantes que se lo piensan dos veces tras probar suerte en los estudios y tras un año, dos o incluso tres, siguen en la universidad, pero reorientan su vocación hacia otra titulación, el porcentaje asciende al 26,5%, siempre con datos relativos a la promoción que comienza el grado en 2012/13, y Galicia se convierte en la quinta comunidad por la cola donde menos alumnos universitarios reconsideran su decisión inicial y deciden cambiar de grado. El porcentaje sería igual a la media estatal.

Si se analizan las universidades gallegas por separado, es en Santiago donde un menor porcentaje de alumnos se desaniman y plantan los estudios superiores, con un 13,5%, y lo propio ocurre con quienes cambian de idea y se pasan a otra carrera, un 25,2%. El informe presentado ayer permite asimismo constatar, según sintetizan sus autores, que el abandono en España es mayor en titulaciones técnicas y científicas, un dato "preocupante".