Para quienes apuestan por los cuentos clásicos, pero quieren despojarlos de ciertos elementos sexistas o estereotipos propios de la época en la que se escribieron, las editoriales ofrecen versiones renovadas que dan una vuelta de tuerca a historias de toda la vida como Blancanieves, Caperucita Roja, Cenicienta o La bella durmiente. Para los expertos pueden ser una opción "siempre que mantengan la calidad literaria", indica la profesora de Literatura Infantil en la facultad de Ciencias de la Educación de A Coruña Montserrat Muriano, quien recuerda sin embargo que para entender esta reediciones "hay que conocer los clásicos".

Entre estas nuevas versiones están libros que ya casi son clásicos de la literatura infantil como Cuentos en verso para niños perversos, escrito por Roald Dahl en 1982 y donde da un giro de 180 grados a cuentos de toda la vida. Un libro en donde Cenicienta no quiere acabar con el príncipe, Blancanieves pasa del bosque a la ciudad, donde se convierte en ama de llaves, Ricitos de Oro es una niña maleducada y Caperucita además de darle una lección al lobo es la encargada de salvar a los tres cerditos.

Otra visión más reciente es la que ofrece la colección Érase dos veces, donde una familia "hastiada por los estereotipos de los clásicos deciden reinventar las historias y dan nuevos roles a los personajes, un nuevo enfoque, donde las mujeres son fuertes y valientes", explica Cristina Barbeito, propietaria junto a Alejandra de Diego de la librería Berbiriana en A Coruña. Tanto en gallego como en castellano es posible encontrar una revisión de los principales clásicos infantiles. En ellos, el lobo no es el malo sino que avisa a los tres cerditos de que viene un temporal, Blancanieves harta del castillo se independiza con los siete enanitos y trabaja con ellos en la mina o Cenicienta se ofende porque el príncipe busque esposa a través de un zapato y planea cómo plantarle cara.

A ellos se suman además editoriales como Kalandraka que optan por recuperar la versión original de algunos cuentos. "Tienen A verdadeira historia da Carapuchiña, en donde se recupera la versión de la tradición oral en la que ella se salva sola, sin ayuda del cazador", indica Iria Sobrino, profesora de Literatura Infantil.

Estas nuevas versiones compiten con los clásicos y con cuentos contemporáneos en las estanterías de las librerías. Todos tienen su público. "Hay de todo y hay quien viene a por clásicos. La clave está en leer con los niños y hacer que tengan capacidad crítica. También los adultos leemos libros donde hay violencia. No se deben prohibir los clásicos", indica Barbeito. Algo que comparte Esther Gómez, de Moito Conto. "Aquí la mayoría de clientes opta por otros libros, pero los clásicos también tienen su espacio, especialmente en formato de álbum ilustrado. No digo que haya que leerlos todos los días, pero forman parte de la cultura literaria, no se puede prescindir de ellos", sostiene e igual que en Berbiriana apuesta por "contextualizar, ver cuándo se escribieron, cómo era la vida, a la hora de contárselo a los niños". "Porque hay personajes, por ejemplo como las madrastras, que salen siempre de forma negativa y que ahora con los nuevos modelos familiares son cada más habituales", indica.

Tanto las libreras como profesoras de Literatura Infantil reconocen que en la actualidad las obras dirigidas a menores han evolucionado e instan a fomentar la igualdad o sitúan a la mujer en roles que nunca tenía en los clásicos. La colección Pioneras „con la biografía de mujeres que hicieron historia„ es un ejemplo de estas nuevas obras.