El Hospital Vall d'Hebron ha aislado a ocho bebés prematuros tras la muerte de otros dos afectados por la bacteria Klebsiella pneumoniae, aunque ha descartado que se trate de un brote y ha asegurado que es una bacteria "relativamente frecuente" en los servicios sanitarios.

La subdirectora asistencial del Hospital Vall d'Hebron, Rocío Cebrián, y la jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epistemología del centro sanitario, Magda Campis, explicaron ayer en una comparecencia ante los medios que la muerte de los dos bebés prematuros se originó por su fragilidad, ya que eran "prematuros extremos", es decir, pesaban de menos de 700 gramos.

Las responsables del centro hospitalario barcelonés también aseguraron que ya tomaron todas las medidas, como cerrar el box donde estaban los dos pequeños fallecidos para investigar cómo se transmitió la bacteria, aunque consideran poco probable que el contagio haya sido ambiental.

La doctoras Cebrián y Campis informaron de que están haciendo cultivos a todos los bebés prematuros para comprobar si tienen la bacteria, e insistieron en que no afecta al normal funcionamiento del Hospital materno-infantil de Vall d'Hebron.