Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y el Hospital Clínico San Cecilio determinó que nueve de cada diez calcetines para bebés de 0 a 4 años contienen restos de bisfenol A y parabenos, dos disruptores endocrinos cuyas actividades hormonales están relacionadas con disfunciones que conducen a enfermedad tanto en el niño como en adultos. Este trabajo científico, el primero de estas características en Europa, revela que los textiles pueden ser fuente de exposición a contaminantes químicos disruptores endocrinos, una situación especialmente preocupante cuando se trata de la exposición de niños de corta edad, exponen desde la UGR.

Además, los investigadores hallaron importantes diferencias en la cantidad del producto tóxico detectada según el comercio donde se adquieren los calcetines. Los comprados en tiendas de bajo precio contienen una cantidad de bisfenol-A 25 veces superior a los de franquicias.