El acoso escolar afecta al 15% de los estudiantes en España „casi uno de cada seis alumnos„, pero y solo el 20% de casos se llegan a investigar en los centros, según alertan en el Día Mundial contra el Acoso Escolar expertos del ámbito de la infancia, que coinciden en que la lucha contra ese "monstruo de mil cabezas" debe dirigirse desde dentro de los colegios.

Solo durante el pasado año se denunciaron ante la policía 954 hechos graves relacionados con el bullying, según datos del Ministerio de Interior. Una cifra ligeramente inferior a la de 2017 cuando se registraron 1.054 denuncias por acoso escolar. Más de la mitad de los hechos (el 55,3 %) fueron lesiones, seguido de amenazas (18,7 %) y trato degradante (6,2%).

No hay casi diferencias por sexos a la hora de sufrir el acoso en las aulas. De los hechos denunciados, el 49,1 % las víctimas fueron chicas y el 50,9%, chicos.

"Hay que formar a los profesionales que trabajan con los niños para que puedan identificar la violencia y cuando ya ocurre, poner en marcha protocolos obligatorios en todos los centros y medidas de carácter educativo y terapéutico que acompañen tanto a las víctimas como a los agresores, entendiendo que son niños que deben darse cuenta de la consecuencia de sus actos", plantea Álvaro Ferrer, de Save the Children.

El teléfono que puso en marcha el Ministerio de Educación para atender estas situaciones ha detectado 5.557 posibles casos en un año, de los que la mayoría(siete de cada diez) llevaban produciéndose meses o años y más de mitad de las víctimas lo sufría prácticamente a diario. Los padres fueron los que alertaron de esos casos (el 79%), ya que sólo el 3,8% de los menores agredidos se atrevieron a visibilizarlos.

"Hay que actuar dentro de los centros educativos y trabajar con el grupo entendiendo que el acoso y el ciberacoso no es solo un problema de las víctimas y de los agresores, y preparar a toda la clase para que no se tolere la violencia", reclama este experto, quien insta a crear entornos protectores en las aulas para que ante el más leve indicio "todo el mundo actúe y no se tolere ningún tipo de violencia". Para ello son decisivos los protocolos "que garanticen la confidencialidad y eviten que se revictimice a los menores". La batalla preventiva debe comenzar en la etapa infantil. De los casos alertados en el teléfono de Educación casi la mitad tenían entre 10 y 13 años. "Es decisivo detectar el acoso en las primeras etapas, porque luego se intensifica", dice Diana Díaz del Teléfono Anar.