La primera colección vio la luz en el verano de 2011 y hoy sus zapatos triunfan entre las influencers de todo el mundo y protagonizan reportajes en las principales revistas de moda. Pero Laura Villasenín (Ordes, 1979), que ya acaba de estrenar sus bolsos, aspira a crear el look completo de "la mujer pensante", una compradora "consciente" de lo que viste a nivel estilístico y ético e interesada en la cultura, el arte y la política. "La clienta Miista da mucho juego y nos hace mucha ilusión poder darle más cosas. Crecemos hacia una marca lifestyle que le ofrezca más diseños y productos", plantea la fundadora y directora general de la marca.

Llegó a Londres en 2000 con la intención de canalizar su vertiente creativa. Se matriculó en Cordwainers, la escuela de zapateros de la London College of Fashion en la que también se formaron Jimmy Choo o Charlotte Olympia. Y después trabajó en el equipo de diseño de Aldo International, en Montreal y Nueva York, y en otra empresa de vuelta en la capital británica antes de lanzarse a crear su propia firma.

Miista cuenta con tiendas en Londres, París, Barcelona y Nueva York, además de vender en otros puntos como las icónicas Galerías Lafayette y también de forma directa en internet. Es una marca de moda pero también expresa su postura sobre otras cuestiones como el Brexit. "Posicionarte te hace estar más conectado con tu cliente. Como todas las empresas que exportan estamos preocupados y en nuestro blog hemos escrito sobre ello. Creemos que no se deberían crear más barreras, porque generan problemas y desigualdad", reflexiona Laura. El nombre de la marca juega con la idea de la mezcla de elementos y polos opuestos. Sus zapatos apuestan por líneas innovadoras pero son fabricados por las manos expertas de los fabricantes de Elda y Elche. "Trabajamos con los mismos artesanos desde que empezamos. Es una relación construida con el tiempo, que ayuda mucho al desarrollo del producto. Se trata de un proceso muy colaborativo y, aunque nosotros diseñamos todas las colecciones, la parte artesana influye muchísimo", destaca. Y a pesar de ser zapatos hechos por tan sabias manos y con las mejores pieles también resultan asequibles: "Son un producto de diseño interesante y diferente y de mucha calidad a un precio democrático. Ninguno supera los 300 euros".

Al equipo de Miista, integrado por 26 personas, se unió hace tres años su hermano Pablo para ocuparse de la parte de negocio. "Siempre hemos sido muy afines a pesar de nuestra diferencia de edad considerable", señala entre risas Laura, nueve años mayor. "Somos un buen equipo y se trata de mejorar continuamente. Aunque el momento actual es más difícil porque hay muchos cambios a nivel de desarrollo de una marca y en la propia sociedad también resulta muy interesante", comenta. Laura se ocupa del diseño junto a otros dos integrantes del equipo: "La inspiración viene de varios lugares y de manera continua, de lo que ves a diario por la calle y de lo que te interesa. Desde una galería de arte, una película de los años 60, un artista musical o un zapato vintage de los 80. Y con todos estos elementos generas una historia, cada colección cuenta una historia".

La creadora ordense disfruta el momento cuando se encuentra a alguien calzando sus diseños por la calle. "Sigue siendo tan especial como la primera vez. Y la satisfacción también es la misma que cuando los llevan las influencers. Es algo que has creado tú y que le gusta a alguien. Te alegras muchísimo y es un orgullo por todo el gran trabajo de equipo que hay detrás de Miista".