Resulta fundamental para lograr un óptimo estado de salud que te preocupes de tus dientes, no sólo cuando tienes un problema y te duelen, sino en todo momento y en cualquier situación y etapa de la vida. Cada edad requiere unos cuidados determinados, pues no es lo mismo un niño pequeño que un adulto o un anciano. Tampoco tienen las mismas necesidades las mujeres embarazadas o las que dan el pecho a sus bebés. Acude a las revisiones periódicas con el especialista y sigue sus indicaciones.

La higiene bucodental debe ser un hábito diario, pues nos permite mantener limpios los dientes y sanas las encías y la cavidad oral. Realizarla de manera adecuada supone conservar nuestros dientes intactos, evitar el mal aliento, reducir las molestias que producen las piezas dañadas y no agravar otras enfermedades sistémicas a nivel cardíaco (pues la acumulación de bacterias puede provocar una inflamación que se transmite al torrente sanguíneo y provoca el engrosamiento de las arterias, lo que repercute negativamente en nuestro corazón).

Seguir una dieta equilibrada resulta decisivo para mantener la salud de tus dientes. Es imprescindible incluir ciertos nutrientes con efecto directo sobre su funcionalidad, especialmente calcio, fósforo, flúor y vitaminas (D, C, A y B). Consumir frutas, verduras, cereales integrales y lácteos resulta beneficioso porque los elementos que los integran participan en su cuidado.

Eliminar de la dieta los azúcares, los alimentos refinados, los dulces o las bebidas edulcoradas, además de favorecer nuestra salud general, también puede ayudarnos a evitar problemas dentales, porque su consumo puede causar la aparición de caries, afectar a las encías, etc...

En efecto, los alimentos y bebidas ingeridos tienen una incidencia directa en la aparición y progresión de las caries. En este proceso influyen varios factores aislada o conjuntamente. La textura pegajosa hace que se disuelvan con mayor lentitud, la composición nutricional marca la proporción de azúcares, la acidez de los alimentos altera el pH localmente, el exceso de azúcares favorece el crecimiento de las bacterias de la cavidad oral, etc...

Para que la salud de tus dientes sea perfecta, los expertos proponen incluir en la dieta diaria:

-Leche y derivados, pues contienen calcio, fósforo y vitaminas A, D y B, imprescindibles para el crecimiento de los dientes en las etapas iniciales de la vida y para el cuidado del esmalte dental.

-Manzana, contiene ácido málico que limpia los dientes y colabora en el mantenimiento de la flora saludable presente en la cavidad oral.

-Almendras, ricas en calcio y que, además, favorecen la formación de saliva al masticarlas lentamente.

-Agua sin gas y fluorada, que reduce la aparición de caries.

-Apio, comerlo crudo favorece la formación de saliva que limpia la cavidad oral.

-Kiwi, con una alta proporción de vitamina C fundamental para evitar la enfermedad periodontal.

-El chocolate negro protege el esmalte porque contiene teobromina que impide que las bacterias produzcan el ácido que lo ataca.

-El té verde sin azúcar por ser rico en flúor y compuestos antioxidantes.

-El queso curado porque contrarresta el efecto de los ácidos producidos por ciertos alimentos e incrementa el flujo de saliva que favorece la limpieza de los dientes y protege contra la desmineralización.

-Perejil, para reducir el mal aliento provocado por los restos de alimentos que pueden quedarse adheridos a la cavidad oral.

-Peras, muy eficaces para neutralizar la acidez.

-Fresas, con ácido málico, producen los mismos efectos saludables que las manzanas.

-Sésamo, rico en calcio y que participa activamente en la reducción de la placa dental.

-Chicle sin azúcar (con xilitol), limpia los dientes y estimula la secreción de saliva con capacidad antibacteriana.

-Zanahoria, con vitamina A imprescindible para el cuidado de las mucosas del organismo en general y de la cavidad oral en particular.

-Levadura de cerveza, con niacina que evita la aparición de periodontitis.

-Legumbres (lentejas, por ejemplo), ricas en fósforo y flúor, minerales esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras dentales.

Cualquiera de estos alimentos actúa como coadyuvante de la salud de tus dientes, pero no pueden sustituir en ningún caso las recomendaciones y tratamientos prescritos por el médico y/o el dentista. Consulta todas tus dudas y sigue sus indicaciones.