Emilio del Río está convencido de que el latín es necesario para entender la actualidad y también divertido. Lo demuestra en su libro Latin Lovers, que repasa con humor y pasión expresiones que resultan familiares pero de las que hay mucho por aprender.

Ex aequo, alea jacta est, ex profeso, quorum... pero también la mayoría de las palabras que utilizamos tienen raíz latina, aunque, como dice el subtítulo de su libro, no nos damos cuenta.

Latin Lovers es un libro destinado al gran público y sobre todo a la gente que no tiene ni idea de latín ni de cultura clásica. Un libro provocador y muy divertido para que relacionemos el latín con la actualidad y nos demos cuenta de que sabemos y hablamos más latín del que pensamos. Por ejemplo, la expresión hacerse el sueco, que no quiere decir de Suecia.

¿Y de dónde viene?

Soccus era el calzado de los actores de comedia, de soccus viene zueco y hacerse el sueco porque los actores para hacer reír hacían como que no se enteraban de nada y entonces el tipo de calzado que llevaban pasó a denominar al personaje. O cerdo y seda son la misma palabra o jamón y gamba. En latín camba de animal es pata y como las de atrás son curvas las gambas se llaman así. A partir de camba, gamba y también jambon, que es como llaman los franceses al jamón, y de ahí pasa a jamón. Los franceses nos dan la palabra pero no el producto porque hace 2.000 años ya éramos exportadores de jamón serrano.

Y no hablemos del Brexit o de Masterchef.

Tenemos la cultura clásica en el día a día. Cuando hablamos de la champions league, la liga de campeones, es latín. Brexit es también una palabra latina. Los ingleses hasta para salir de la Unión Europea utilizan el latín. Exit significa salida en inglés, pero es una palabra latina, del verbo exire. Y en Masterchef, chef viene de caput y de ahí jefe y máster de maestro. Somos herederos de la cultura clásica y por eso es importante que sepamos latín porque nos hace mejores ciudadanos y más cultos. Y algo importante: el latín es divertido y el libro lo demuestra.

Uno de los capítulos se titula De Espartaco a Grease . Explíquese.

En el libro se juega mucho con referencias al cine, al rock, al cómic y yo relaciono esas dos películas. El nombre del general que aparece en Espartaco, Marco Licinio Craso „de donde sale craso error„ viene de crasus que significa gordo, graso. Y en inglés la gomina es Grease porque es grasa.

Otro es "Sobre esta pizza edificaré el Imperio Romano".

Esto es muy bueno. Cuando Eneas llega a la península Itálica funda el imperio romano y lo hace porque le había vaticinado su padre que donde se comiera la mesa que se quedara. Es un juego de palabras porque en latín la torta de harina se llama mensa y cuando llegan se comen una torta de harina con un poco de queso y tomate y crean la pizza. Viene del italiano pero en latín el verbo pinctiare era pisar, aplastar.

Entre el repaso de los Monty Python de términos latinos en La vida de Brian y el latín que aún usan algunos sacerdotes en sus misas, ¿con cuál se queda?

Yo me quedo, sin duda, con todo el que divulgue el latín de forma amena porque el latín es divertido. Tenemos que hacer entre todos un esfuerzo para conocer mejor nuestra lengua, nuestra cultura y conocernos a nosotros mismos como forma de interpretar la actualidad. Nos hace ciudadanos más críticos y menos manipulables.

Argumente que no se quite como asignatura.

Lo que tienen que hacer es ponerlo más. España es un gran país, lo que tenemos que hacer es lo mismo que hace mejores a otros países como Inglaterra o Alemania. Una de las primeras cosas que ha hecho el ministro de Educación de Macron es poner más clases de latín. Y Corea del Sur ha puesto humanidades clásicas para que sus ciudadanos sean más creativos. Es un reto que nosotros tenemos como país.

Pero entienda que a los jóvenes les parezca algo obsoleto...

El programa de radio que hago en RNE y el libro demuestran que el latín es muy divertido, pero hay que saber darlo.

¿Son malos tiempos para las humanidades?

Creo que necesitamos tener mejores tiempos. Y es bueno para el país y la sociedad que tengamos humanidades.

¿Le gusta que le llamen el latinista-tuitero?

Sí, es la denominación que me puse en la radio. No hay nada tan actual como Twitter y nada tan clásico como el latín, y es una manera de reivindicarlo. Además las humanidades clásicas están de moda, no hay nada más moderno que el latín.

¿Llega el latín a más gente con su programa de radio que con sus clases?

Cada uno hace lo que puede. El programa lo siguen muchos alumnos de institutos de toda España y eso demuestra que hay una demanda de latín. Que vayan más de 500 personas a la presentación del libro es que hay demanda de cultura clásica.