La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado al fraile franciscano que durante años se encargó de atender el Santuario de O Cebreiro a doce años de cárcel por cometer dos delitos de abuso sexual, uno de ellos continuado, "con prevalimiento y acceso carnal", y otro continuado de uso de menor para elaboración de material pornográfico. El tribunal le ha impuesto además diez años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse o aproximarse a una de las víctimas durante doce años, y, a la otra, durante tres.

Los magistrados consideran probado en la sentencia que el imputado, entre 2014 y 2015, abusó sexualmente de dos menores, una niña de 16 años "con un coeficiente próximo a una capacidad intelectual límite" y su primo, de 20 años, que presenta "una discapacidad intelectual leve que le impide poseer un juicio crítico". La Audiencia destaca que el condenado se prevalió "de una situación de superioridad manifiesta que le daba su condición de religioso y la precaria situación personal, familiar y económica de la menor".

Los hechos juzgados se remontan al año 2014, cuando este hombre, que pertenecía en aquel entonces a la orden franciscana, contactó por primera vez con la adolescente, que tenía 16 años, a través de una red social. En el transcurso de la vista oral, el procesado, para quien el fiscal pedía inicialmente 17 años de prisión, reconoció que perdió "el norte", aunque matizó en su declaración que las relaciones con la chica habían sido consentidas y que con su primo nunca llegó a ocurrir nada.

Durante su declaración en el juicio, el acusado, que entonces tenía 57 años, aseguró que "no sabía la edad" que tenía la chica, ni que fuese "menor", porque por su físico era "difícil" deducirlo, al igual que la "por la forma de vivir" que tenía, porque "era muy independiente". En el transcurso de su declaración, llegó a decir que fue la chica la que lo buscó a él, porque se presentaba "todos los días en el Santuario" de O Cebreiro.