Cuando en febrero el Ministerio de Justicia dio orden a los consulados españoles de no inscribir a los menores nacidos mediante la técnica de gestación subrogada, como hacía antes, al menos tres familias gallegas, se veían afectadas por la decisión en Ucrania. La alternativa que propuso entonces el Ministerio de Exteriores es la de obtener un pasaporte ucraniano para su bebé, pero el trámite se alarga y ya hay familias a las que está a punto de expirarles el visado (90 días), situación que una pareja , que prefiere permanecer en el anonimato, vive con preocupación.

Aunque tienen un poco más de margen consideran que "los plazos no dan" y urgen al Gobierno a dar una "cobertura jurídica" a los menores que nacieron después de que se vetase la inscripción.