"Su obra es una de las más ambiciosas del panorama actual de las letras. Incide en algunos de los aspectos que dibujan un presente convulso y desconcertante, desde una perspectiva de raíz feminista". Así define la obra de Siri Hustvedt el jurado del premio Princesa de Asturias de las Letras, que ayer otorgó en Oviedo el galardón a la escritora norteamericana. Una decisión que reconoce la trayectoria de una autora que cultiva con singular éxito narrativa de ficción, poesía y ensayo, y que ha recibido con especial ilusión un premio cuya relevancia conoce de primera mano, toda vez que su marido, Paul Auster, lo recibió en 2006, cuando aún se denominaba Príncipe de Asturias.

La candidatura de Hustvedt para el premio Princesa de Asturias de las Letras, propuesta por Mauro Guillén „miembro del jurado de Ciencias Sociales„, fue consensuada tras un intenso debate que no se cerró hasta la mañana de ayer. El fallo cogió a la escritora en Londres, donde atendió a los medios en un acto celebrado en la sede del Instituto Cervantes en la capital británica. "Estoy convencida de que este premio cambiará mi vida", aseguró , y reconoció sentirse "agradecida, sorprendida y feliz".

Esta es la tercera ocasión en la que los premios Princesa de Asturias reconocen la trayectoria de la pareja de otro premiado. El primer matrimonio galardonado fue el formado por Nelson Mandela y Graça Machel, ambos galardonados con el premio de Cooperación Internacional: el fallecido presidente de Sudáfrica en 1992, y su esposa seis años después, cuando compartió el galardón con otras seis mujeres que simbolizaban la lucha por la igualdad real. El otro antecedente es el de la escritora Susan Sontag (premio de las Letras en 2003) y la mujer que fue su pareja sentimental en los últimos años de su vida, la fotógrafa Annie Leibovitz (premio de Comunicación y Humanidades en 2013).

Siri Hustvedt confía en que este importante reconocimiento sirva además para que deje de verse su figura en relación a la de su marido, esta continua identificación como "la mujer de Paul Auster": "Espero que sea así. Porque esto no es algo personal. Es algo sobre hombres y mujeres, sobre la continua idea de que la identidad de la mujer siempre está ligada a la de un hombre, y culturalmente no ocurre lo mismo a la inversa. Para alguien como yo, este reconocimiento supone derrotar a estos convencionalismos. Que me alegre no significa vanidad, sino que puede servir de reconocimiento a otras mujeres en otros contextos".

La reflexión se enmarca en el pensamiento profundamente feminista de la escritora, un posicionamiento que marca su vida y su obra. "Creo que necesitamos al feminismo, porque la historia no ha terminado. Y también porque el feminismo está muy relacionado con el humanismo y con la forma en la que entendemos la liberación, independientemente de si somos hombres o mujeres. La lucha feminista es algo que pervive a través de los siglos y los países". Hustvedt también se mostró crítica con el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien definió como "alguien abiertamente racista y misógino, un ignorante que no sabe nada de la Constitución (de los Estados Unidos)" pero al que millones de personas en su país "aman por su honestidad". "El problema no es que exista esa gente (como Donald Trump), el problema es que los voten millones de personas", remachó.

El premio Princesa de Asturias de las Letras distingue a Siri Hustvedt en plena promoción de su nuevo libro, Recuerdos del futuro (editado en España por Seix Barral). "Es un libro sobre el tiempo; el tiempo como algo inevitable. Es un testimonio en el que se enfrenta la experiencia presente de su protagonista con lo que sintió en el momento en que se mudó a Nueva York, hace años", explicó la escritora.