El historiador Juan Pablo Fusi está en Oviedo como jurado del premio "Princesa de Asturias" de Ciencias Sociales. Y gratifica adentrarse con un guía de su lucidez y experiencia en el laberinto electoral español, que para él es...

Agotador, pero sumamente interesante. La percepción general es que no solo en España sino en casi toda Europa hay un momento de gran incertidumbre, cambio y confusión. Que las cosas se clarifiquen, se definan y se estabilicen por un tiempo tienen un enorme interés.

¿Balance tras las urnas?

Da la impresión de que la sociedad española ha tratado de volver a una situación más plural. Las últimas elecciones reequilibran la realidad sociológica e ideológica de España.

¿Europa le ha parado las botas a la ultraderecha?

La construcción europea es de una enorme complejidad, porque son numerosos países con historias muy distintas. Es el proyecto político mas importante para todo el mundo desde la posguerra. Y desde luego, los ultranacionalismos y los populismos son la negación de cualquier concepto de Europa que podamos tener.

Cita postelectoral de Macron y Sánchez. ¿Significativo?

Podría ser, las circunstancias favorecen un mayor peso español, que no debería haberse perdido pero que se ha ido diluyendo en los últimos diez o quince años. Debo recordar que España fue una enorme sorpresa para Europa, llegaron a llamarnos los alemanes del sur por la competencia y conocimientos de los representantes españoles y un dinamismo extraordinario hasta la crisis. Deslumbraba: las calles, las comunicaciones, la vida social, el parque automovilístico, la red de autovías, el AVE, los museos, los auditorios, la regeneración y reforma de muchos cascos antiguos... Todo eso fue percibido fuera y hubo un momento de bastante peso de la política española en el ámbito internacional en los 80 y primeros 90. Ahora, con la incertidumbre de tantos cambios, con el Brexit... se deshacen los equilibrios internos antiguos y quizá se favorece al cuarto país en población y representación que es España para tener un papel más intenso. Está por ver cómo se perfilan los nuevos ejes de poder, pero hay que tener presente que un equilibrio entre los grandes países y las política liberales, conservadoras y socialdemócratas moderadas es el concepto mismo de Europa.

¿Podemos se desinfla?

Su característica fundamental es que era un partido muy desvertebrado por el sistema de las confluencias regionales y por el mecanismo de adopción de decisiones a través de los círculos. Y Pablo Iglesias era el ancla que permitía, junto con el antiguo liderazgo que había (Bescansa, Errejón, etcétera), dotar de identidad a un grupúsculo heterogéneo. A medida que se fueron saliendo los otros personajes de esta especie de liderazgo colectivo solo ha quedado él. Es imprevisible saber, si Iglesias ahora se echa a un lado, si el partido puede sobrevivir, sino sería peor su retirada que su permanencia. Pero yo que Pablo Iglesias estaría pensando ya en una alternativa, como él mismo anticipó cuando dijo que no es eterno y que lo sustituiría una mujer. Queda muy tocado y va a tener muy difícil recuperar lo que fue.

¿Se oye menos a Vox?

Le pasa como a Podemos, los lenguajes desaforados y extremados no parecen adecuarse a la realidad española más allá de los movimientos de indignación. Las cosas que han dicho sobre el aborto o la condición femenina están muy alejadas de lo que puede ser el sentimiento común y el pensamiento generalizado más amplio español. No sé si tocan fondo, en política una semana, como decía el ex primer ministro británico Harold Wilson, es un siglo y a lo mejor en siete días tenemos que rectificarnos.

¿Cataluña, de perdidos al lío?

En Barcelona, que teníamos por ciudad abierta y cosmopolita, el gran resultado del independentismo lo complica todo aún más. En el problema catalán está todo más complicado. Sorprende cómo se distribuye el voto según las elecciones. Esquerra ganó en las generales, y luego en las europeas vence Puigdemont. Hay un mecanismo que impide jerarquizar esos dos factores del juego político catalán. La estrategia tan explícita de unidad de España que ha planeado la derecha ha favorecido que se movilizaran los votantes nacionalistas.

¿Cómo le va a Ciudadanos?

En Cataluña, donde nacieron y ganaron en las urnas, han tenido un retroceso espectacular. Las elecciones han sido malas para ellos, que siguen por detrás del PP. Pero la situación de equilibrio puede permitirles ser la llave para unos u otros. Vamos a ver si juegan con habilidad y talento sus bazas.