Si falla el plan A, suele estar el B. La CiUG tiene, llegado el caso, incluso un plan C, un D, un E y hasta un F. Pero ¿qué ocurre si fallan todos? Porque lo más imprevisible ocurrió: el examen de Filosofía de selectividad del pasado viernes tuvo que suspenderse porque el cuestionario oficial, el de repuesto y el resto de exámenes sorteados, hasta seis, mezclaba a autores que no correspondían. Tras este suceso, el presidente de la CiUG, Celso Rodríguez, anunció cambios y medidas ya para tranquilizar a los jóvenes que se examinan en julio. Lo primero que se plantea la entidad que organiza la ABAU es contar con un plan G: "seguramente", explica Rodríguez, el pedir un "séptimo examen" que ya estaría en la recámara para la convocatoria del mes que viene. Que no solo sería uno más, dado que, apunta, el director del grupo de trabajo lo podría "chequear" o "consultar" con otra persona si lo consideran oportuno. "Sería un examen que no entraría en funcionamiento salvo que todo fallara como falló", explica.

También se ha puesto sobre la mesa, aunque no es una decisión en firme, advierte, el "reservar una franja para imponderables". Es decir, disponer de un espacio de tiempo extra pensado para el tipo de situaciones cuya resolución no sea posible dentro del horario establecido, señala. "Hay comunidades que la tienen; nosotros no la teníamos puesta en marcha porque creíamos tener cubiertos todos los imponderables", argumenta el presidente de la CiUG. "Por lo que se ve", concede, "siempre puede surgir alguno".

Lo que no se plantea la CiUG, al menos por ahora, es abordar, al margen de estas dos medidas, una reforma de un sistema que ha servido bien durante "mucho tiempo" y en el que confían, por lo que los seis exámenes restantes se elaborarán como siempre. "Es una sistemática que pensamos que funciona", defiende Rodríguez, quien reconoce que conlleva "problemas derivados de que los exámenes no se conozcan hasta el mismo momento en que los conozcan los alumnos". "Eso tiene un riesgo siempre, pero eso no pensamos cambiarlo", sostiene, en aras de la "importancia" que otorgan a la "igualdad" de oportunidades basada en que no se produzcan "filtraciones". "Por tanto, vamos a mantener que el examen lo vamos a conocer toda Galicia al mismo tiempo que los estudiantes, pero a la vez tenemos que buscar algún tipo de alternativas para cuando no sea posible lanzar el examen en ese momento", indica.

Respecto al séptimo examen que plantea la CiUG, aún tienen que pedírselo a los directores de los grupos de trabajo, los que tienen la "responsabilidad" sobre ellos, ya que se plantea para todas las asignaturas, aunque la anomalía sucediese en Filosofía.