La Oficina Europea de Patentes (OEP) entregó ayer a la científica española Margarita Salas Falgueras dos Premios al Inventor Europeo 2019 en una ceremonia celebrada en Viena. Un jurado internacional seleccionó a Salas como ganadora en la categoría de Logro de toda una vida por haber puesto la secuenciación de ADN al alcance de muchos más investigadores " y allanar el camino para nuevos avances en genética". Además, el público la eligió también ganadora en la categoría de Premio Popular.

La ceremonia de entrega de los Premios al Inventor Europeo contó con la asistencia de unos 600 invitados procedentes de los ámbitos de la propiedad intelectual, la política, los negocios, la ciencia y la academia. Los premios son otorgados anualmente por la OEP para distinguir a los inventores destacados de Europa y del resto del mundo que hayan realizado una contribución excepcional a la sociedad, al progreso tecnológico y al crecimiento económico. Los finalistas y los ganadores de las cinco categorías (Industria, Investigación, Pymes, Países no pertenecientes a la OEP y Logro de toda una vida) fueron seleccionados por un jurado internacional independiente.

La organización destaca que Salas ha liderado los avances que han hecho que las pruebas de ADN sean rápidas y fiables, lo que ha llevado a su uso en una amplia gama de aplicaciones.

Tras obtener su doctorado en bioquímica en 1963 por la Universidad Complutense de Madrid, trabajó durante tres años con el Premio Nobel de bioquímica Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York. Posteriormente, regresó a España y fundó el primer grupo de investigación en genética molecular del país en 1967 en el CSIC en Madrid. Allí descubrió que un virus bacteriano llamado phi29 podía crear una enzima, conocida como phi29 ADN polimerasa, que ensamblaba moléculas de ADN mucho más rápido que las alternativas y con mucha más precisión. Salas aisló con éxito la enzima y demostró que también funcionaba en las células humanas, marcando el comienzo de aplicaciones innovadoras para las pruebas de ADN. Por primera vez, esta replicación de alta precisión permitió obtener resultados fiables a partir de pequeñas cantidades de material genético.

Las solicitudes de patente presentadas por Salas han llevado a la comercialización de kits de secuenciación de ADN fáciles de usar. Presentó la primera en 1989 y aunque ha presentado otras, su método con phi29 DNA polimerasa sigue siendo la patente más rentable que ha tenido el CSIC.