Antes de ser examinador, son examinados. Los candidatos a docentes comienzan a pasar hoy el filtro que determinará si reúnen las aptitudes para ponerse al frente de un aula y hacerse con un puesto de trabajo para toda la vida. No será fácil: en total han recibido luz verde a su inscripción, según datos facilitados por la Consellería de Educación, 17.778 personas y lo tendrán más difícil quienes sueñen con una plaza de maestro. En ese ámbito hay 7.965 anotados en las oposiciones, que rivalizan por un total de 770 plazas: tocan a diez rivales por cada una.

Los que atienden a alumnos un poco mayores, es decir, quienes entran en la contienda por un puesto de profesor de enseñanza secundaria o por impartir clase como profesor técnico de FP o en música y artes escénicas o en las escuelas oficiales de idiomas, son más numerosos: 9.813 en total, pero se reparten más puestos: 1.294, se se incluyen las plazas de promoción interna, lo que supone siete por plaza.

Quienes lo intentaron el año pasado en Lengua Castellana, Geografía e Historia, Matemáticas, Física y Química, Biología o Inglés, tienen otra oportunidad este año, porque están de nuevo en juego plazas de estas especialidades. Pero hay otras que no estuvieron convocadas en 2018, como la de Francés, donde la suerte se decide entre uno de cada tres, o de Portugués, donde compiten catorce por puesto, o en Educación Física, con ocho aspirantes por plaza.

En total están 2.064 plazas en juego, 276 de ellas de promoción interna. La especialidad donde hay mayor oferta entre los maestros es Primaria, con 180 puestos. En el caso de Secundaria, se trata de Matemáticas, con 160. Entre los profesores técnicos de FP es la de Procesos de Gestión Administrativa la más generosa: 45 puestos. En el extremo opuesto se hallan la de Portugués para ESO, con solo cuatro plazas ofertadas.

En toda España hoy se convocan más de 30.000 plazas de docentes ya que hay pruebas en varias autonomías.