El hacker. El mayor hackeo de datos de la historia „más de 770 millones de correos electrónicos, 21 millones de contraseñas, 1.160.253.228 combinaciones, más de 12.000 archivos, 87GB de texto en bruto y 2.692.828.238 filas de datos„ fue la llamada operación Collection #1. Hasta ahora. Ahora está el hacker de hackers. El terror de los famosos. La amenaza más terrible a la que se enfrentan las exclusivas desde el principio de los tiempos. El principio del fin de una era. El pirata que ha sido capaz de penetrar en las entrañas de Belén Esteban. En las de su teléfono. Este no buscaba vendetta, ni justicia social, ni un desnudo. Iba tras la foto. La de la novia. El novio no interesa. A la recién casada le hurgaron en aplicaciones, memorias y archivos. Se supo porque mucha gente empezó a recibir mensajes sospechosos. Uno de los indicios, a decir de un periodista del corazón, era que los mensajes contenían faltas de ortografía. Un hacker informático es un topo 3.0. A los topos convencionales estaba ella acostumbrada. Solo dejan agujeros.

El regreso. Dolores está de vuelta. A la piel de toro, a la caja tonta, a las revistas, a los memes. Dolores, Mariló, deja la gran manzana y sus tres años sabáticos y regresa. Que tiemblen las reinas de las mañanas, tan ufanas ellas. Dolores está de vuelta y con ella los limones curativos, los coches fúnebres que transportan difuntos, los multitrasplantes, los dardos envenenados. A Anne le da lo mismo, porque, oxidada o no, ella presenta las campanadas siempre lo mismo, impertérrita. Lo mismo que saluda a sus corazones desde hace años. Con la misma sonrisa. Le van rotando los partenaires. Eso sí. Pero lo demás, siempre es igual. Cosas finas y elegantes, discretas, nada de transparencias y brillis brillis de esos que ya llevaba Norma hace una barbaridad de años aunque nadie se acuerde. O la Carrá.

Los timos. Hay diferentes tipos de timos. El del antenista, el del tocomocho, el del nazareno, el timo de la estampita, el jeque árabe, los trileros de toda la vida... A la lista se suma un timo nuevo. El timo del falso Kiko Rivera. El mismo Kiko, el propio, el auténtico, el Dj, el hijo del torero y la cantante, el hermano que cada dos por tres no se habla con su hermana, ha dado la voz de alarma. Danger, que es la señal internacionalmente consensuada de peligro. Alguien está usando su nombre en vano. Un falso representante de famosos engaña a salas de fiesta y discotecas y ofrece sus servicios. Los del falso Kiko Rivera. Desconfíen.

La cocina. Tamara cocina. Se prepara para concursar en televisión. Tampoco es que sea un requisito imprescindible. Véase Carmen Lomana. Pero Tamara se lo toma en serio. El otro día preparó, para mami y para el Nobel, un curry. Era un curry muy sofisticado. Porque técnica igual no, pero sofisticación que no falte. Ramona está encantada. Ramona es la cocinera de villa meona. Villa meona es la casa de Isabel. Se llama así porque es una casa con numerosos cuartos de baño. En cifras absolutas y en cifras relativas. Tamara se introduce en los secretos de los fogones en la cocina de Villa meona. Cocina solo hay una. La cocina de Ramona. Los baños son de Isabel. Sobre todo.

Las misses. Los hombres contra María Jesús. No en su totalidad. Dos. Ruz y Gil. No tiene tino la miss con los hombres. Ya lo dice el dicho. La suerte de la fea y todo eso. Los dichos, refranes, dimes, diretes, chistes y chascarrillos por lo general tiran a políticamente incorrectos. Los modos y formas de Ruz, Gil y María Jesús, también. Así andan siempre. Ahora, parece que los dos enemigos „por el amor de una mujer somos dos hombres con un mismo destino„ andan partiendo peras juntos, rollo aliados, contra un frente común. También parece que a la miss le da un poco igual, acostumbrada como está. Todo el discurso, la historia, es viejuna, huele a culebrón de los de antes. Algo así como el estilismo de los caballeros. A pesar de todo, no le va mal. Con ese discurso ganó un reality. Y se mantiene ahí, en el candelero, que dijo la que fuera su compañera de desfiles en ropa de baño y traje regional. Bárbara también. Y picó más alto. Pero ahora tiene que andar cuestionado a la nueva reina de la telerrealidad. Y sus fans no perdonan.