El equipo médico que trata al tetrapléjico francés Vincent Lambert, en estado vegetativo desde hace más de diez años, inició ayer el proceso para retirarle la alimentación e hidratación artificiales que lo mantienen con vida. El gabinete del letrado Patrice Spinosi, que representa a la mujer de Lambert, señaló que el hospital de Reims, en el norte del país, tomó la decisión el viernes por la tarde, el mismo día en que el Tribunal Supremo de Francia reabrió la vía para poder detener su tratamiento.

"Estamos muy contentos", señaló ayer la defensa de Rachel Lambert, que lleva años enfrentada judicialmente a los padres de su marido, católicos conservadores que se oponen a dejarle morir.