Cuando pase el verano, la Consellería de Sanidade prevé empezar a proteger a los niños gallegos contra cuatro tipos de meningitis. Además de la C, que es la que hasta ahora incluía el programa de vacunación con financiación pública, se inmunizará a los menores que tengan 12 años contra los serogrupos A, W e Y. Así lo decidió el Consejo Interterritorial de Salud. Sin embargo, no se ha incluido en el listado el cubrir desde las arcas públicas la protección contra la meningitis B, a pesar de que los padres gallegos se han tomado muy serio la enfermedad a juzgar por el número de inyecciones que han administrado a sus hijos desde que se autorizó su venta, previa prescripción médica, en las farmacias, y a pesar de tener que abonar el coste de la inyección.

Según la Dirección Xeral de Saúde Pública, en tres años se administraron a los niños gallegos un total de 376.852 dosis de Bexsero (el nombre con el que se comercializa esta inyección). El período abarca en realidad desde 2013 a 2018, pero hay que tener en cuenta que, hasta octubre de 2015, en que el Estado dio luz verde a su venta en las boticas como medicamento sujeto a prescripción médica, el uso fue muy reducido. En su informe, el Sergas apunta que la cifra de dosis registradas en el Programa Galego de Vacunación -donde Sanidade insta a registrar los pinchazos recetados por médicos de la sanidad pública y administrados por enfermería- fue creciendo desde las 113 del año 2013 hasta el "máximo" de 145.865, que se habría alcanzado en 2016, para bajar en 2018 hasta apenas 60.000.

Así, durante 2016 se llegaron a administrar una media de 400 inyecciones contra la meningitis B al día en Galicia y eso que durante una gran parte de ese año hubo problemas de desabastecimiento. La normalización no llegaría hasta marzo del año siguiente, según las boticas.

En su informe, Sanidade explica que una vez resueltos los problemas de suministro, el número de dosis administradas creció hasta su máximo a finales de 2016, antes de ir descendiendo hasta 2018. Entonces, indican, "el descenso se contiene y apunta a lo que es el volumen actual de dosis administradas". Tras las 146.000 de 2016, en 2018 fueron 60.004, casi un 60% menos.

Con las cifras recopiladas, solo en desembolso por dosis de inyección, las familias gallegas habrían destinado durante todos estos años a la vacuna alrededor de 40 millones de euros. En la práctica, ese esfuerzo se traduciría en una cobertura de hasta el 74 por ciento de inmunizados en los niños nacidos en 2016 y 2017, cohortes en las que solo uno de cada cuatro niños no habría recibido como mínimo una dosis de la inyección.

En concreto, Saúde Pública indica que la cobertura con al menos una dosis fue creciendo a medida que lo hacía el año de nacimiento del vacunado y pasa de un 8% para los nacidos en 2000 hasta el 74% para 2016 y 2017, para bajar después en los nacidos en 2018 hasta el 46 por ciento.

El informe también analiza la idoneidad de las pautas de vacunación recomendadas (el número recomendado de pinchazos depende de la edad a la que se recibe el primero) y señala que el 52% de los niños nacidos en 2015 tiene las dosis aconsejadas, el 17% habría recibido alguna dosis, pero no todas las recomendadas, y el 31%, es decir, casi uno de cada tres, no tendría ninguna. Para los bebés que nacieron al año siguiente, los valores serían, respectivamente, de un 56%, 18% y 26%.