El cuerpo de Monika Asenova, cuyo esposo se declaraba autor confeso del asesinato el pasado lunes en Salas de los Infantes (Burgos), presentaba más de la mitad de heridas por arma blanca, causantes de su muerte, según la autopsia. El marido se entregó poco después y negó haberla empujado por la ventana de la vivienda, ya que dijo que saltó en un intento de escapar.