Los juristas y los colectivos que defienden a los afectados por los casos de robo de bebés ven poco recorrido jurídico al caso de Inés Madrigal, la mujer que logró sentar en el banquillo al doctor Eduardo Vela, después de que haya localizado a su familia biológica y descubriera que, en realidad, su madre la entregó voluntariamente para que fuese dada en adopción. Tanto la asociación SOS Bebés Robados como los juristas coinciden en valorar la revelación de Madrigal como "un paso atrás" para la causa de los niños robados, aunque los afectados inciden en que el hecho de que esta mujer haya encontrado a su familia biológica es también un hecho esperanzador.

Madrigal, nacida en 1969, fue la primera persona a la que un tribunal español dio la consideración de bebé robado, y logró además que la Audiencia Provincial de Madrid considerase probado que Vela había cometido, en su caso, los delitos de detención ilegal, suposición de parto cometido por facultativo y falsedad de documento oficial. El doctor fue absuelto el pasado mes de octubre, por entender el tribunal que todos los delitos había prescrito. Madrigal recurrió entonces ante el Supremo, tratando de ampliar los plazos de prescripción de este tipo de delitos „actualmente, la víctima ha de denunciar los hechos antes de cumplir los 28 años„. Una vía que, al menos en la causa más grave, la de detención ilegal, parece cegada, aunque la Fiscalía incidió ayer en que va a mantener el recurso por los otros delitos al entender que la actuación de Eduardo Vela fue "totalmente irregular".

Desde SOS Bebés Robados inciden en que el hecho de que Inés Madrigal fuese entregada voluntariamente puede suponer un paso atrás para la causa, pero coinciden con la Fiscalía en que esa entrega estuvo plagada de irregularidades. Para los afectados, en cambio, el caso tiene un punto esperanzador: el hecho de que tantos años después, Inés Madrigal se haya reunido con su familia biológica.