La foto de una pareja de canadienses besándose junto a un león aparentemente muerto, al que habrían abatido en un safari en Sudáfrica, ha vuelto a reabrir el debate sobre la caza de estos animales en el continente.

La polémica imagen de Darren y Carolyn Carter fue publicada por la Legelela Safaris, una de las compañías que organizan este tipo de actividades, que podrían incluir también como objetivos a leopardos, rinocerontes y elefantes. En muchos casos, además, se trata de ejemplares criados en cautividad y, por tanto, no completamente salvajes.

"Duro trabajo bajo el caluroso sol del Kalahari€ Bien hecho. Un monstruo de león", se podría leer junto a la imagen, denunciada por el periódico británico Daily Mirrror, que ha aprovechado para lanzar una campaña contra estas actividades.

No es la primera vez que la exhibición de este tipo de imágenes crea controversia por la utilización de estos animales para satisfacer las apetencias de un turismo muy particular, que busca cazar ejemplares de especies en situación vulnerable o, simplemente, una imagen que exhibir en internet.