Un paso adelante, vuelta atrás y de nuevo un paso al frente. Esto es lo que ha hecho la Xunta con una de sus medidas propuestas para evitar que los menores jueguen en las máquinas de apuestas instaladas en bares y cafeterías. Primero se anunció que obligaría a los locales a contar con un mando a distancia para activarlas, igual que sucede con las expendedoras de tabaco. Sin embargo, en el borrador de la ley del juego no aparecía ninguna referencia al respecto, por lo que la situación se quedaba igual que estaba. Pero ahora el Gobierno gallego la medida y el control remoto no solo será obligatorio para activar las máquinas de apuestas, sino también para las tragaperras existentes.

La propuesta no es del agrado del sector hostelero, pero acepta como "mal menor" la obligación de instalar un sistema de control remoto para activar las máquinas y así impedir que los menores de edad puedan acceder a ellas. Lo más sencillo parece la instalación de un mando a distancia „como ya funciona en los dispensadores de tabaco„ si bien el sector considera que lo mejor sería un dispositivo automático „que por ejemplo, leyera el DNI„, o cualquiera otra tecnología que pueda aparecer. "Porque ahora, toda la responsabilidad recae en el hostelero", se queja. En este sentido, el sector reclamó a la Xunta que en la nueva ley del juego se dé "amparo" a los propietarios de bares y cafeterías para que puedan solicitar con respaldo legal el DNI a las personas de las que sospechen que no cumplen la mayoría de edad.

En su ronda de contactos con diversos colectivos, la Xunta también escuchó a la Confederación Anas Galegas, que en un comunicado anunciaron que el Gobierno gallego, en otro cambio con respecto al borrador, ampliará de 150 a 300 metros la distancia de las nuevas salas de juegos con respecto a los colegios y que además la medición se hará forma radial, sin tener en cuenta el recorrido concreto.