Una dieta mediterránea rica en aceite de oliva es capaz de reducir a largo plazo la necesidad de la medicación de los pacientes con diabetes de

tipo dos, según un estudio de la Universidad del País Vasco.

El ensayo clínico se realizó entre 3.230 diabéticos durante más de tres años a los que se les asignaron al azar tres dietas. La primera incluía, junto a la dieta mediterránea, aceite de oliva virgen extra; la segunda cambiaba el aceite por frutos secos, y la tercera era baja en grasas. Los primeros llegaban a reducir en un 22% la necesidad de iniciar medicación en comparación con el tercer tipo de dieta.