Aquienes forman parte del amplio grupo de personas que no consiguen dormir por la tensión nerviosa o los problemas económicos, laborales o personales que les acucian, seguro que la llegada del calor no les ayuda a lograrlo. Es en esta época cuando los problemas de insomnio se exacerban y no logramos dormir y descansar adecuadamente. No te resignes porque tiene solución. Acude a tu médico, cuéntale lo que te ocurre y sigue sus recomendaciones.

A pesar de que son muchos los que a lo largo del año sufren insomnio de manera habitual y no descansan bien, cuando aprieta el calor su número se incrementa exponencialmente. Expresan varias situaciones que se suceden en el transcurso de la noche: no consigo dormirme al acostarme, doy vueltas toda la noche, me despierto varias veces, me despierto muy temprano y no puedo volver a dormirme, etc.

Los expertos señalan que las causas son variadas y pueden darse dos o más en cada paciente. Lo más frecuente es: un episodio de estrés agudo (problemas laborales, familiares, etc.), un desorden emocional (como la depresión), una enfermedad orgánica (como la artritis, las úlceras gástricas, el enfisema o la EPOC), los efectos secundarios de ciertas sustancias (alcohol, cafeína, drogas psicoestimulantes, etc.), los ronquidos del insomne o su pareja, el calor, etc.

Esta incómoda situación que afecta a tu calidad de vida puede mejorar si sigues ciertas pautas: dormir solamente el tiempo preciso, evitar las siestas, establecer horarios estrictos, utilizar la cama solo para dormir, controlar los sonidos externos, mejorar tu dieta habitual, incluir alimentos ricos en vitamina B, evitar café y alcohol, mantener una temperatura adecuada en la habitación, etc.

Acude a tu médico, pues cada paciente es diferente y los tratamientos generales no sirven para resolver el caso concreto. Es imprescindible el diagnóstico especializado y la prescripción „o no„ del tratamiento farmacológico adecuado a cada caso. No te automediques, pues los fármacos presentan efectos secundarios que deben ser controlados y es necesario seguir estrictamente el criterio del médico que los ha prescrito.

Cuando el calor no te deje dormir, sería recomendable:

-Mantener la habitación a oscuras el mayor tiempo posible. Evitar que el sol la caliente, porque acabará convirtiéndose en un horno. Puedes bajar la persiana en los momentos de calor y dejar las ventanas abiertas para que circule el aire evitando las corrientes porque puedes coger un resfriado.

-Usar un ventilador. Su función es conseguir que circule el aire de la habitación. Colócalo cerca de una ventana abierta y pon un recipiente de agua con hielo detrás para que se refresque mejor el ambiente. No lo orientes directamente a tu cuerpo; te refrescará igual si está dirigido a cualquier zona del habitáculo.

-Acostarse fresco. Una ducha o un baño templados pueden ayudarte a descansar. No debes utilizar agua muy fría ni muy caliente porque funciona mejor la templada. Regúlala antes de aplicarla a tu cuerpo.

-Lavarse las manos con agua fría porque genera una sensación de frescor inmediato. Aplicarla también en la nuca y las sienes permite al centro regulador de temperatura corporal controlar el exceso de calor.

-Dormir en una zona fresca de la casa. Si tienes sótano o terraza y están a buena temperatura, traslada tu dormitorio a ese lugar; un colchón, una almohada y una manta son suficientes para pasar una buena noche.

-Usar el aire acondicionado de manera adecuada. No es necesario congelar el ambiente, pero sí mantenerlo a una temperatura que te permita descansar. Puedes utilizar un aparato portátil para reducir el coste energético y refrescar únicamente la zona en la que te encuentras.

-Usar un acumulador de frío. Es una buena opción para quienes viven en casas que no tienen aire acondicionado. Consulta precios en los puntos de venta.

-Beber algo fresco. El agua es la mejor opción. No es necesario que esté demasiado fría; lo importante es que te refresque e hidrate. Otra opción sería tomar una infusión relajante para evitar los nervios que te genera el no poder dormir.

-Evitar el alcohol. Inicialmente puede dar sueño, pero es una ilusión efímera porque te despertarás pronto y muy incómodo. Además, el metabolismo del alcohol genera calor, por lo que se combinan dos factores que te impedirán dormir.

-Cenar ligero y fresco para evitar el aumento de temperatura corporal debido a la metabolización de los alimentos. Una ensalada o un gazpacho son opciones adecuadas para dormir fresquito.