La Congregación para la Doctrina de la Fe ha ordenado al exsacerdote de Vilobí d'Onyar (Girona) investigado por abusos la "prohibición total" de ejercer públicamente el ministerio, mantener contacto con menores y la obligación de pedir perdón a las víctimas. En un comunicado, el Obispado de Girona, indica que el Vaticano ha tomado esta resolución después de la investigación previa que realizó relativa al párroco.

La investigación interna comenzó después de que varios exalumnos del colegio concertado Bell-lloc de Girona afirmaran haber sufrido abusos por parte del sacerdote entre finales de los años 60 y mediados de los 90, periodo en el que el religioso colaboró con el centro.

El Ayuntamiento de Vilobí d'Onyar indicó ayer que ve "insuficientes" las medidas impuestas por el Vaticano, y ha pedido su resolución en los tribunales para que haya consecuencias penales. "Estos delitos no deberían prescribir", indican.