El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, pidió perdón por los abusos sexuales a menores cometidos por religiosos del monasterio „constatados por la comisión de investigación sobre abusos en la comunidad„ y admitió que fallaron "los mecanismos de prevención y control", en su homilía de ayer. Soler afirmó que hacen suyo el informe de la comisión de investigación publicado el viernes, que concluyó que el monje Andreu Soler „contra el que recibieron doce denuncias„ era "un depredador sexual y un pederasta", y que constató dos acusaciones de abusos contra el responsable de la Escolanía entre 1960 y 1968. "Por ello, quiero expresar, en nombre de los hermanos de la comunidad, nuestra consternación en conocer el mal que se hizo a las víctimas de los abusos", señaló.

El abad condenó cualquier tipo de abuso a menores y expresó su "compromiso de luchar con firmeza contra una problemática tan grave que afecta a toda nuestra sociedad", como ya afirmó el monasterio en un comunicado el viernes tras hacerse público el informe de la comisión.

Josep María Soler repitió, "si cabe con más intensidad que el 3 de febrero pasado", su petición de perdón a las víctimas y a sus familias, y expresó la voluntad de la comunidad de Montserrat de ponerse a su disposición y acompañarlas en su sufrimiento y recuperación, si lo desean. También se comprometió a mejorar y aumentar "en un termino breve" los mecanismos de protección de menores que ya existen en Montserrat.

El abad Soler fue uno de los miembros de la comunidad monástica entrevistados por la comisión de investigación, constituida el 24 de enero e integrada por la abogada Cristina Vallejo, el médico Xavier Pomés y la psicóloga Begoña Elizalde, con participación, con voz y sin voto, del portavoz del monasterio, Bernat Juliol.