Dicen que la fe mueve montañas. Pero también provoca sangrientos conflictos como los que disputaron durante dos siglos musulmanes y cristianos en la Edad Media para llegar los primeros al cielo. Trasladar el yihadismo de entonces al ciego terrorismo de Al Qaeda o de los rescoldos del llamado Estado Islámico es una pura falacia, avisa Thomas Asbridge, el medievalista británico que desgrana en Las cruzadas (Ático de los libros) los entresijos de aquellas guerras santas que libraron cruzados y yihadistas de entonces con Jerusalén como principal botín y escenario de unas disputas plagadas de horrores, pasiones y fervor religioso. El yihadismo radical de hoy se alimenta de una visión distorsionada del pasado, asegura este historiador, fascinado por las figuras de Saladino y Ricardo Corazón de León y por el arrojo de los españoles que encararon en solitario su propia cruzada en la Península Ibérica.

Dígame, señor Asbridge, ¿Cómo se influyeron entre sí la yihad y las cruzadas?

La yihad apareció mucho antes. Ya desde el siglo VII se apela a este término con Muhammad. Las cruzadas surgen por primera vez en 1095.

¿Fueron las cruzadas una grandiosa aventura romántica o una nueva invasión de los bárbaros?

Hay que partir del escenario medieval en el que se desarrollaron. Para Bizancio eran huestes de bárbaros procedentes del este pero para los cristianos eran empresas divinas. Los musulmanes tardaron en darse cuenta de lo que suponían las cruzadas. En 1105 un predicador de Damasco avisó de la existencia de estos "bárbaros" pero no fue hasta 20 años después cuando se dieron cuenta de lo que suponían esos ejércitos "mandados por Dios" a luchar.

¿Consiguieron las cruzadas abrir las puertas de la historia moderna al desplazar el centro de la civilización de Bizancio y del mundo árabe hacia Europa?

No era ese el motor decisivo de las cruzadas. Lo que sí lograron es desarrollar tanto el comercio como la economía en Oriente a través del Mediterráneo.

¿Qué motivó a Europa a lanzar las cruzadas?

Occidente ansiaba más poder y quería ayudar a los cristianos que seguían en Bizancio. Los cruzados esperaban además una recompensa espiritual por sus acciones.

¿Cuál fue la causa primera de la disputa sobre Jerusalén, cuna de la cristiandad, teniendo en cuenta que las ciudades sagradas de los musulmanes son la Meca y Medina?

Para muchos musulmanes, Jerusalén es la tercera ciudad santa. Nur al-Din, antecesor de Saladino, quiso impulsar la unidad del islam precisamente en Jerusalén.

¿Qué tiene que ver el yihadismo de hoy con los musulmanes que se enfrentaron a las cruzadas?

Nada. El intelectual egipcio Sayyid Qutub fue el que se apropió a mitad del siglo pasado de esa idea peligrosa que alimenta a los islamistas más radicales con una visión errónea y distorsionada de lo que fueron las cruzadas. El yihadismo de hoy es ajeno al que combatió las cruzadas.

¿Cuál fue la base ideológica de la primera cruzada de Urbano II en 1095 para recuperar Jerusalén para el reino de Cristo?

Jerusalén había sido tomada por los musulmanes tiempo atrás. El papado en aquellos años estaba muy debilitado y Urbano II quería afianzarse como cabeza de la Iglesia Católica. A ese objetivo se sumó un deseo auténtico de muchos cristianos que querían servir a Dios echando a los musulmanes de Jerusalén.

¿Qué recompensas ofreció el Papa a aquellos primeros cruzados?

Expiar los pecados mediante una penitencia extrema. Los cruzados pensaban que si morían en combate iban directamente al cielo.

¿Qué papel jugaban en la disputa religiosa de entonces las sedas, las especias, las rutas comerciales y el oro?

El comercio era importantísimo a pesar de los conflictos. Cruzados y musulmanes compraban y vendían y en los puertos cristianos del Mediterráneo nunca faltó el intercambio comercial.

¿Cómo justificaban la Iglesia y los musulmanes el empleo de una violencia tan brutal de unos contra otros?

Tras la primera cruzada las dos religiones asumieron una fuerte relación entre la fe y la guerra. Lo cierto es que Urbano II nunca esperó que el fervor religioso que desató fuese a provocar tal derramamiento de sangre.

¿Qué pasó tras conseguir los cristianos ocupar Tierra Santa?

Después de esa primera cruzada se establecieron cuatro estados cristianos: en Jerusalén, Antioquía, Edesa y Trípoli. Esa región llegó a llamarse el "Este latino".

¿Cómo surgieron a principios del siglo XII las órdenes de los hospitalarios y los templarios?

Los hospitalarios funcionaban desde 1098 como congregaciones de caridad para ayudar a los enfermos y a los más necesitados. Los templarios nacieron con propósitos similares pero muy pronto ambas órdenes decidieron lanzarse a la lucha. Templarios y hospitalarios fueron los primeros ejércitos de la cristiandad.

¿Existía entonces una buena convivencia entre cristianos y musulmanes, según el Book of Contemplation que usted ha conseguido recuperar?

En su libro de cuentos Usamih Ibn Munqidh habla de coexistencia y convivencia entre las dos religiones. No es un libro de grandes historias sino de pequeños momentos en los que sospecho que hay mucha inventiva.

¿Qué determinó la segunda cruzada?

Tras la primera, los musulmanes tomaron la iniciativa y decidieron recuperar lo perdido. Una vez conquistada Alepo en 1128, tomaron el condado de Edesa en 1144. Fue una gran derrota y el Papa Eugenio III predicó entonces una segunda cruzada.

Los musulmanes volvieron a tomar Jerusalén y Ricardo Corazón de León no pudo reconquistarla en su pugna con Saladino. ¿Qué representaban estos grandes guerreros?

Es poco usual que dos personalidades de este calibre coincidan en el mismo periodo histórico y que además se enfrenten en disputas que fueron muy equilibradas porque los dos eran además de grandes guerreros, personas muy hábiles. Ricardo Corazón de León acababa de ser proclamado rey cuando sucedía todo esto y así forjó su leyenda. Saladino era ya toda una leyenda.

Luego siguieron otras cruzadas menores siempre con la meta de controlar Tierra Santa. ¿Qué vigencia sigue teniendo la disputa de Jerusalén por ambas religiones?

Jerusalén mantiene vivo el interés que despierta entre cristianos, judíos y musulmanes pero me resisto a comparar la situación actual con la que se vivió en la época medieval de las cruzadas.

Hábleme del papel de España en las cruzadas...

Los españoles tuvieron un papel predominante sobre todo en la segunda cruzada cuando atravesando la Península Ibérica lograron llegar a África y a Jerusalén. En esta época fue importantísima la conquista de Lisboa. Durante la primera cruzada, el Papa Urbano II mandó una carta instando a los españoles a que no se uniesen a las cruzadas y que se quedasen aquí luchando. Urbano II pidió a los españoles volcarse en su Reconquista.

¿Puede calificarse de cruzada el ataque de George Bush a Irak como represalia por el atentado que derribó las Torres Gemelas de Nueva York?

No. Bush usó una vez esta palabra y nunca más lo hizo. Supongo que alguien le advirtió que al mencionar el término cruzada lo único que haría sería animar a los islamistas más radicales a emprender su yihad. Los que apelan hoy a las cruzadas lo hacen de una forma propagandística, peligrosa y manipulada.

¿Y la guerra comercial desatada por el actual presidente norteamericano Donald Trump?

Trump es tan estúpido y narcisista que supongo que no sabe lo que es una cruzada así que sorprendentemente nunca ha utilizado esta palabra y mire que he estado muy atento para ver si lo hacía.

Al Qaeda, el Estado Islámico y los atentados yihadistas no se olvidan de las cruzadas en sus atentados de hoy.

Al principio no hablaban de cruzadas pero luego empezaron a hacerlo porque es una herramienta muy útil para manipular a los más radicales.

¿Quién es hoy el nuevo Saladino para Occidente?

La amenaza puede que seamos nosotros mismos. Creo que Occidente ha sido irresponsable al poner el foco en ciertos países a los que ha considerado como una amenaza. Se me parte el corazón ver lo que está sucediendo en Siria.

¿Sigue siendo la religión el gran motor que mueve las masas?

Parecía que en el siglo pasado habíamos dejado atrás la era de la fe pero no se puede menospreciar el poder que aún tiene la religión para emprender gestas grandiosas pero también para llevar a la destrucción.