Sandra Boquete cogió su coche, en principio para llevar a sus hijos al colegio e incorporarse a su puesto de trabajo en la factoría de Stac, una empresa dedicada a la fabricación de accesorios para ventanas, como manilla y serraje participada por el grupo Cortizo y situada en el polígono industrial Picusa, en el municipio vecino de Padrón, a unos 5 kilómetros de distancia.Generalmente, cuando ella se iba a trabajar, eran su hermana y su madre, que viven en la parroquia vecina de Campaña, las que acudían a su casa para recoger a los niños y llevarlos al colegio, o bien la esperaban a mitad de camino. Parece que ayer pretendían hacer lo mismo, y tal vez por su tardanza acudieron a la vivienda de Sandra ayer. Todo apunta a que la mujer estaba en el turismo con sus hijos cuando apareció en escena José Luis Abet.

Al verla, accedió al interior de la finca en cuanto se abrió el portalón automático y, presumiblemente, "emprendió una discusión con su expareja", Sandra, que presenciaron tanto los pequeños como su excuñada, Alba.

En ese instante aún no había efectuado los disparos, pero se baraja que alguien, alertó de la presencia del "intruso" a la madre de ambas, Helena Jamardo, que cuando llegó se topó ya con los cadáveres de sus hijas, a la vez que era tiroteada mortalmente.

Fue el vecino de la casa de enfrente quien, al escuchar los disparos, se acercó inmediatamente al lugar y, tras acceder por el mismo portalón de la finca, que seguía abierto, cogió a los dos niños y se los llevó para ponerlos a salvo en su casa, antes de que quedaran bajo la custodia de familiares de las víctimas.

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, confirmó el crimen de violencia machista, mostró su pesar por ello y destacó que el asesino usó un arma corta. Pero también que "no había denuncias previas" y que el autor confeso se entregó voluntariamente.

El coronel de la Guardia Civil añadió que el agresor se entregó pero evitó dar detalles sobre su estado anímico o lo que había declarado.

Ambos acudieron juntos a la vivienda de Valga y conversaron con algunos familiares, que estuvieron atendidos por un equipo de psicólogos tanto en el lugar del crimen como en la casa materna, y tras la visita pusieron de manifiesto que los niños no habían sufrido daño físico alguno.

También estuvo allí, durante toda la mañana ,el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, quien por la tarde acompañó a la familia en casa de María Helena Jamardo. El regidor se mostró consternado "por esta desgracia", ya que además conocía personalmente a la familia de las víctimas y al marido de Helena Jamardo, que trabaja en el Concello.

Inmediatamente después de que se conociera la terrible noticia, el Concello de Valga quiso expresar públicamente su más profunda consternación y su repulsa tras el "acto de violencia machista" que supuso el fallecimiento de Sandra Boquete Jamardo, Alba Boquete Jamardo „ conocida por su trabajo como logopeda en Pontecesures„, y la madre de ambas, María Helena Jamardo Figueroa.

Otro de los que se acercaron a la vivienda en la que tuvo lugar el trágico asesinato y quisieron estar con la familia fue el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que ofreció apoyo tanto a los menores „ahora huérfanos de madre„ como a los demás familiares de las víctimas. Aprovechó para condenar "la tragedia" de la violencia de género y destacó que es la evidencia más clara de que tenemos un grave problema que está todavía sin resolver".