Cientos de personas pasaron en la tarde de ayer por el Auditorio Municipal de Valga, situado en la parroquia de Cordeiro, para velar los cuerpos sin vida de Elena Jamardo Figueroa, de 58 años, Sandra Boquete Jamardo, de 39, y su hermana Alba, de 27.

Los ataúdes, procedentes del Instituto de Medicina Legal de Pontevedra, donde se practicó la autopsia a las tres mujeres valguesas, llegaron al filo de las 15.00 horas a este edificio multiusos situado a apenas un kilómetro de Carracido, el lugar en el que fueron asesinadas el lunes, presuntamente a manos del exmarido de Sandra, José Luis Abet Lafuenteasesinadas exmarido de Sandra, José Luis Abet Lafuente.

▶La familia estuvo a solas. Depositados en el salón de actos, donde hoy a las 18.30 horas se oficiará el funeral, los restos mortales serán trasladados al cementerio parroquial de Santa Cristina de Campaña, donde recibirán sepultura.

Fue a eso de las tres y media de la tarde cuando llegaron al edificio multiusos los primeros familiares, quienes habían mostrado su deseo de estar durante un rato a solas con sus seres queridos.

Llegados de todas partes. De ahí que la capilla ardiente no se abriera oficialmente hasta las cinco de la tarde, registrándose desde ese momento una gran afluencia de vecinos, tanto del Concello de Valga como de otras localidades cercanas.

La bisabuela de los niños de 4 y 7 años que perdieron a su madre, Sandra Boquete; el padre de esta y de su hermana Alba, además de viudo de Elena; la pareja de la menor de las víctimas y demás familiares cercanos podían sentir así que no estaban solos en un momento tan duro como el actual.

Solidaridad de un pueblo. Pudieron entender, aunque nunca exista consuelo suficiente para hacer frente a una tragedia como la que ahora les toca vivir, que sus vecinos y amigos están a su lado, ahora más que nunca.

Al mismo tiempo que les brindaban ese apoyo -como volverá a suceder hoy-, los ciudadanos que ayer se acercaron al Auditorio de Cordeiro también quisieron dar su último adiós a las víctimas y expresar su más enérgico rechazo frente a la violencia de género. En toda Galicia y en el resto de España se guardaron minutos de silencio por las tres víctimas de Valga.

Triple crimen de Valga |Concentraciones, minutos de silencio y poemas para Sandra, Elena y Alba

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Emoción y rabia. Si hay dos palabras que pueden definir lo vivido ayer en la capilla ardiente instalada en el Auditorio son emoción y rabia. Y es que los vecinos se sobresaltaban solo con pensar en lo sucedido a Elena Jamardo y sus hijas Sandra y Alba. Al igual que lo hacían al hablar de los dos hijos de la primera de las hermanas, ahora huérfanos. Pero también rabia, mucha rabia. Sobre todo al acordarse de su presunto asesino, José Luis Abet Lafuente.

Un problema de todos. Una lacra social "que afecta a toda la sociedad" y que, en consecuencia, "requiere de la respuesta de toda ella", tal y como indicó ayer María Debén, la coordinadora del Área de Igualdad de la Delegación del Gobierno en Galicia.

Y es una reflexión sobre la que cabe meditar, sobre todo teniendo en cuenta, como ella misma apuntó, que "en Galicia hay 3.565 casos activos de violencia de género".

Es por ello que tras animar a las mujeres a denunciar los casos de malos tratos -en este de Valga, en concreto, no existió denuncia previa-, la representante del Gobierno de España en la comunidad gallega garantizó que en el momento en que una víctima del machismo se presenta ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "su situación varía sustancialmente".

De ahí que crea necesario centrar todos los esfuerzos en plantar cara a los agresores, para lo cual es fundamental que el conjunto de la sociedad se implique y se disponga a poner en conocimiento de las administraciones públicas cualquier situación o problemática "que afecte a una mujer o a sus hijos".