La ludopatía sacude cada vez a más hogares y lo hace a edades más tempranas. Los últimos datos de Agalure, entidad coruñesa de ayuda a personas con problemas con el juego, revelan que la cifra de atendidos por esta adicción se triplicó en solo cuatro años (de 33 en 2015 a 102 en 2018) y que muchos se inician en el juego durante la adolescencia.Agalure Detrás de estas cifras hay nombres y apellidos, personas que ponen rostro al terremoto a nivel familiar, psíquico o económico que implica ser un adicto al juego. Sobre las novedades terapéuticas, los falsos mitos existentes o las herramientas de prevención se reflexionará en el Congreso de la Federación Española de Jugadores Rehabilitados que arrancará este viernes en A Coruña. Antes de esta cita tres ludópatas coruñeses ya rehabilitados cuentan en primera persona cómo es estar enganchado al bingo, las tragaperras o a las apuestas.

Todos tienen puntos en común. Diego, Beatriz y Santiago se iniciaron en el mundo del juego de adolescentes y los tres tardaron años en reconocer que sufrían una adicción. "Te engañas a ti mismo y a tu familia", explica Beatriz Fernández, que estuvo enganchada al bingo durante más de tres décadas. "Cuando te intentan alertar, lo niegas todo, le dices que exageran", reconoce. "Te conviertes en un gran mentiroso", añade Santiago Caamaño, que buscó ayuda para salir del enganche a las apuestas deportivas.

Ellos forman parte de los 434 casos atendidos en Agalure en los últimos cinco años y cuyo perfil es muy claro: la mayoría son varones, de unos 36 años, con estudios y un trabajo fijo. La deuda media cuando llegan hasta la asociación es de 24.000 euros pero hay quien ha llegado a acumular medio millón.

Una vez en la entidad se diseña un plan personalizado para cada paciente y cuentan además de la ayuda psicológica con un control presupuestario que tanto Beatriz como Diego L., que fue adicto a las tragaperras, alaban por su eficacia. "Tienes que prever qué vas a gastar cada día, es decir, planificas cada gasto y entregas los tickets para que vean que lo has cumplido. Además no puedes usar tarjetas y tienes una cuenta en la que solo puedes sacar dinero si lo permite otra persona autorizada. Es una buena forma de que no tengas disponibilidad de dinero para jugar", explica Diego que, durante los años que vivió en Asturias fue a otras entidades que no tenían este sistema. "Solo terapias de grupo", recuerda.

Unos y otros animan a pedir ayuda a especialistas ya que aseguran que la rehabilitación es posible. En este sentido, destierran falsos mitos y creencias como es posible jugar sin riesgos, sobre todo tras haber estado enganchado. "Creer que puedes jugar solo un poco es falso, vuelves a recaer", indica Diego. "El juego no se puede recomendar ni con consumo moderado ni responsable", añade Santiago Caamaño.

Por ello, los tres son muy críticos con el boom de anuncios de juego online o de apuestas en las que los famosos sirven de reclamo para atraer a los más jóvenes.