El ingeniero y matemático estadounidense Salman Khan (Nueva Orleans, Estados Unidos, 1976) habla con entusiasmo de los orígenes de la Khan Academy, un proyecto que ofrece clases gratis en Internet y que va más allá de la educación convencional, donde un profesor 'suelta' la lección a sus alumnos y luego los examina bajo un patrón estándar que ha caducado. De ascendencia india y bangladesí y formado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el flamante premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional responde con la seguridad de que su proyecto, todavía en desarrollo, logrará adaptar el sistema educativo a las necesidades del siglo XXI donde la tecnología y los docentes se alían para que el alumno, también apoyado por esas herramientas, sea capaz de mantener activo un aprendizaje a lo largo de toda la vida. El objetivo de la Academia Khan es cambiar la educación compartiendo conocimientos para cualquier persona en cualquier lugar, pues los recursos del sitio están disponibles en su totalidad, de forma gratuita.

-¿Siente que está participando en un modelo que ha revolucionado la historia de la educación?

-Espero que la Khan Academy juegue un papel importante a la hora de ayudar a millones, o quizá billones de personas que están por llegar a que logren desarrollar su potencial. Pero no lo logrará la Khan Academy en solitario. Será la Khan Academy junto a los profesores, las escuelas, los distritos, los estados, los filántropos y otros compañeros quien lo logren, todos juntos. Y todavía no hemos llegado a la meta. Sí, ya alcanzamos casi 20 millones de estudiantes al mes y proveemos a decenas de millones de estudiantes y profesores con material educativo. Y esto incluso me sorprende a mí, cuán lejos hemos llegado.

-¿No esperaban alcanzar los resultados actuales?

-Hace diez años apenas era la misión de un hombre procediendo desde un armario. Pero ya le digo al equipo de Khan Academy, esto es mucho mayor que mi persona, y queda mucho por recorrer. Así que espero que la Khan Academy juegue un papel importante en el futuro de la educación, donde cada estudiante del planeta, de cualquier edad, sea capaz de aprender lo que le apetezca de la forma menos farragosa posible. De la forma que mejor se adecue a sus necesidades. Cada profesor del planeta está apoyado por unos materiales que le permiten satisfacer las necesidades individuales de cada alumno. Educación de primer nivel, tan eficiente como puede ser. Pero creo que, aunque ya hemos llegado muy lejos, todavía faltan décadas. Y será mediante nuestro trabajo directo, o el trabajo que hacemos con nuestros socios, el trabajo con los profesores, o el trabajo que, quizá, harán otras organizaciones inspiradas en nosotros. Me haría muy feliz que así ocurriera.

-¿Aprender sin un maestro al lado es más eficiente a pesar de la pérdida de contacto que supone con el docente y los compañeros de clase?

-Bueno, muchas veces la gente se cree que la tecnología compite con el entorno físico. Puedes pensar en Amazon rivalizando con una librería. Así no es como pensamos en la Khan Academy. Quiero dejar esto muy claro. Si tuviera que escoger para cualquier chico, incluyendo mis hijos, entre un profesor increíble y una tecnología increíble, siempre me quedaría con el profesor. Por suerte, no estamos en esta tesitura. Podemos trabajar con profesores para desarrollar una magnífica tecnología para profesores y alumnos en la que estos profesores estarán mejor facultados. Así que el caso ideal es un profesor increíble, capaz de usar una tecnología increíble al servicio de los alumnos para que estos puedan aprenden a su propio ritmo. Que siempre tengan acceso a alguna suerte de apoyo. Obviamente, el mejor apoyo es estar en una clase, con el profesor y otros alumnos. Pero cuando no estás en clase, entonces sigues teniendo apoyo. Cuando es verano sigues teniendo apoyo y desafortunadamente hay lugares en el mundo donde los chicos quizá no están escolarizados, y si lo están, la enseñanza no es de primer nivel. Quizá no haya nadie capaz de enseñarles ciertas materias o asignaturas avanzadas. Y ahí, sí, esperamos que Khan Academy suba el nivel.

-¿Hasta qué punto la educación del siglo XXI está marcada por las nuevas tecnologías?

-Bueno, creo que la educación en el siglo XXI, espero, mejorará drásticamente gracias a las nuevas tecnologías. Existen las oportunidades que los profesores han deseado durante cientos de años. Siempre se ha reconocido que, cuanto más apoyo individualizado puedan ofrecerle al estudiante, mejor les irá. Por eso los profesores siempre han abogado por clases de tamaño reducido, para darle a cada alumno la atención que necesita. La tecnología en el siglo XXI proveerá a los profesores con herramientas para que puedan hacerlo con mayor facilidad, para todos los alumnos de los que tengan que ocuparse; los profesores contarán con la cantidad de datos necesaria para decidir qué es lo mejor que pueden ofrecer.

-¿Y los alumnos?

-Estas herramientas ofrecerán a los alumnos la oportunidad de obtener apoyo estén donde estén, incluso cuando ya se hayan graduado o estén trabajando. Así que, sí, la tecnología jugará un papel crucial. Y también creo que la tecnología es el motivo por el cual la educación va a ser más importante. Sabemos que los ritmos cada vez son más rápidos, la gente necesita renovar sus habilidades constantemente. Y así, mientras que antes la gente asumía que podía ir al colegio durante 12 o 16 años, obtener ciertos conocimientos y aplicarlos durante el resto de su vida, esto ya no sirve hoy en día. Ahora vivimos en un mundo donde la gente ya no solo aprende en la escuela, sino también fuera de ella. Tienen que seguir aprendiendo de adultos. Es decir, durante toda la vida. Y, por suerte, la tecnología creo que puede ayudar a hacer esto accesible, ayudarte a que aprendas a tu propio ritmo, cuando lo necesites.

-¿Cómo ha recibido el reconocimiento con el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional?

-Me siento increíblemente honrado. Creo que me llevo un mérito desproporcionado por el trabajo de la Khan Academy. El esfuerzo va mucho más allá de mí. Hay 200 compañeros trabajando a tiempo completo. Hay voluntarios alrededor de todo el mundo que nos han ayudado a hacer lo que hemos hecho. Hay cientos de miles de personas que han hecho donaciones para que esto siga adelante. Creo que el premio va dirigido a todos ellos. Y espero que pueda canalizar todavía más energía, más gente acceda a la educación, más profesores se sientan apoyados, y nosotros podamos desarrollar mejores herramientas y repartirlas entre tanta gente como nos sea posible.